Nicaragua.- El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la ONU documentó graves violaciones de derechos humanos cometidas contra sacerdotes nicaragüenses durante su detención bajo el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Según un informe presentado en el Consejo de Derechos Humanos, los sacerdotes sufrieron «desnudez forzada», torturas y otros tratos crueles que podrían constituir delitos de lesa humanidad.

Los abusos tuvieron lugar en varios centros de detención, incluyendo el complejo policial conocido como El Nuevo Chipote y la prisión de máxima seguridad La Modelo.

Se reportaron largos interrogatorios, amenazas, prohibición de comunicarse con otros detenidos, condiciones de vida inadecuadas y en algunos casos, alimentación insuficiente. Además, se mencionaron condiciones de aislamiento e incomunicación constantes, así como la imposición de condiciones ambientales extremas.

El informe

El informe destaca casos específicos, como el del obispo Rolando Álvarez, quien estuvo detenido por más de 11 meses en régimen de aislamiento en La Modelo, en condiciones descritas como inhumanas. Álvarez fue condenado por «traición a la patria» en 2023 y posteriormente liberado y enviado al Vaticano en enero de un acuerdo entre Nicaragua y la Santa Sede.

El Grupo de Expertos concluyó que estos actos constituían tratamientos crueles, inhumanos o degradantes, e incluso en algunos casos, tortura física y psicológica.

Estos abusos atribuidos a actos deliberados por parte de agentes policiales y carcelarios, con la intención de infligir graves sufrimientos tanto físicos como mentales a los miembros de la Iglesia católica y otras confesiones cristianas, así como a opositores políticos.

Este informe subraya la gravedad de la situación de los derechos humanos en Nicaragua durante este período, destacando la necesidad urgente de acciones para abordar estas violaciones y asegurar la justicia para las víctimas.