España.- Vinícius Júnior atraviesa uno de esos tramos poco habituales en su etapa con el Real Madrid . El delantero brasileño acumula 17 partidos consecutivos sin marcar, una sequía llamativa para un futbolista acostumbrado a decidir partidos grandes ya vivir cerca del gol.

Su último festejo se remonta al 4 de octubre, cuando firmó un doblete ante el Villarreal en el Santiago Bernabéu, en una victoria por 3-1 que parecía marcar el inicio de una prometedora temporada para el dorsal ‘7’ blanco. Desde entonces, el gol le ha dado la espalda.

Las cifras ayudan a contextualizar el momento. En este periodo sin anotar, a Vinícius le han anulado dos goles, ha entregado tres asistencias, estrelló un balón en el poste y protagonizó uno de los episodios más simbólicos: un penalti fallado. No ha desaparecido del juego, pero sí ha perdido esa eficacia que tantas veces fue decisiva en noches importantes.

El debate sobre su rendimiento ha ido creciendo con el paso de las semanas y el ambiente reciente en el Bernabéu lo refleja. Cuando Xabi Alonso decidió sustituirlo en la segunda parte, un sector de la grada respondió con pitos, una reacción que evidencia la impaciencia y la exigencia permanente que rodea a las grandes figuras del club.

El dato cobra mayor relevancia al compararlo con otro talento ofensivo del plantel. Arda Güler también suma 17 partidos sin marcar, aunque en un contexto distinto: menos minutos, un rol más intermitente y un proceso de adaptación propio de su edad y recorrido.

La temporada aún es larga y Vinícius ha demostrado, una y otra vez, capacidad para revertir escenarios adversos. Sin embargo, en el Real Madrid el tiempo corre más rápido que en cualquier otro lugar: el gol se espera, la paciencia se reduce y cada partido sin marcar pesa un poco más en el implacable termómetro de la exigencia blanca.

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