Tegucigalpa, Honduras.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó la tensión del clima electoral hondureño al lanzar una crítica directa contra Salvador Nasralla, a quien acusó de jugar a dos bandos y de presentarse como opositor solo para fragmentar el voto en la antesala de los comicios del 30 de noviembre.

La declaración, difundida en inglés y dirigida expresamente a Honduras, marca la crítica más frontal de Washington hacia el presentador y político hondureño.

Trump calificó a Nasralla como un actor político ambiguo y poco confiable. Recordó que en 2021 integró la fórmula presidencial de Xiomara Castro como candidato a designado y luego se apartó del cargo.

“Nasralla no es amigo de la libertad. Casi comunista, ayudó a Xiomara Castro presentándose como su vicepresidente. Ganó y ayudó a Castro a ganar”, señaló al repasar los antecedentes del aspirante del Partido Salvador de Honduras.

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El mandatario estadounidense acusó a Nasralla de simular una posición anticomunista para debilitar a la oposición. “Luego renunció y ahora finge ser anticomunista solo para dividir el voto de Asfura”, afirmó, en referencia al candidato nacionalista Tito Asfura, a quien Trump describió como su aliado regional. Según el presidente estadounidense, la actuación de Nasralla contribuye a favorecer a la candidata de Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada.

La declaración también incluyó advertencias sobre su disposición a colaborar con futuros gobiernos hondureños. Trump insistió en que Nasralla “no es un aliado confiable para la libertad, y no se puede confiar en él”, una frase que marcó el tono más severo del mensaje.

El presidente de Estados Unidos cerró su pronunciamiento reafirmando su respaldo a Asfura y reiteró un llamado directo al electorado hondureño: “Espero que el pueblo de Honduras vote por la libertad y la democracia”. Según Trump, la contienda del 30 de noviembre definirá el rumbo del país en un ambiente político que considera vulnerable a presiones ideológicas.

La advertencia presidencial se suma al creciente escrutinio internacional sobre las elecciones hondureñas, en un contexto marcado por denuncias, tensiones institucionales y un ambiente de desconfianza entre candidatos de oposición.