TEGUCIGALPA.- Los votos nulos y en blanco están tomando un peso inusual en el proceso electoral hondureño. Según los datos más recientes, estas dos categorías ya superan ampliamente la votación de dos aspirantes presidenciales.

En total, los votos blancos suman 49,151 y los nulos alcanzan 92,518, lo que representa un acumulado de 141,669 sufragios. Esta cifra conjunta supera con holgura la votación obtenida por dos candidatos presidenciales en la contienda.

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Uno de ellos es Jorge Nelson Ávila Gutiérrez, del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata, quien registra 22,317 votos. El otro es Mario Enrique Rivera, del Partido Democracia Cristiana de Honduras, que hasta ahora acumula 4,488 votos.

Protesta silenciosa

La magnitud de los votos nulos y blancos evidencia un nivel de descontento o confusión que empieza a influir en el comportamiento electoral. Estas cifras ponen en perspectiva un fenómeno que suele pasar desapercibido, pero que en este proceso está teniendo un peso considerable.

El volumen de sufragios no válidos también contrasta con la disputa en la parte alta del tablero presidencial. La competencia se mantiene cerrada y con diferencias que pueden cambiar conforme avanza el escrutinio oficial.

Hasta el último corte, Salvador Nasralla acumula 1,016,245 votos equivalentes al 40.35% del total escrutado. Muy cerca aparece Nasry Asfura, del Partido Nacional de Honduras, con 996,418 votos, lo que representa el 39.70%.

En una posición más distante, pero con una presencia relevante, continúa Rixi Ramona Moncada Godoy, quien suma 478,042 votos, para un 19.01% del total. La tendencia confirma que la contienda sigue marcada por un fuerte protagonismo de los primeros lugares, mientras los votos nulos y blancos se consolidan como un factor inesperado dentro del proceso.