Tel Aviv, Israel.- Los 20 rehenes israelíes liberados por Hamás comenzaron a revelar los estremecedores detalles de su cautiverio en Gaza: torturas físicas, largos periodos de inanición, aislamiento total y manipulación psicológica. Algunos estuvieron más de dos años sin ver la luz del sol ni hablar con otra persona; otros, como Avinatan Or, pasaron los 738 días completamente solos, perdiendo casi el 40 % de su peso corporal.

El colombiano-israelí Elkana Bohbot relató que estuvo encadenado durante meses en túneles subterráneos, con heridas en brazos y piernas, mientras los gemelos Gali y Ziv Berman permanecieron secuestrados en la misma zona sin saberlo. Sus reencuentros, tras la liberación, fueron recibidos con aplausos en Tel Aviv.

Los testimonios también revelan episodios de tortura psicológica: los secuestradores simulaban falsas liberaciones, amenazaban con matar a los prisioneros o los obligaban a grabar videos de propaganda bajo amenazas de muerte. A varios les mintieron sobre sus familias, asegurándoles que habían muerto o que Israel los había olvidado.

En los hospitales de Tel Aviv, los médicos y psicólogos trabajan para devolver a los liberados una sensación de control sobre sus vidas. “Durante el cautiverio perdieron la capacidad de decidir sobre lo más básico: cuándo comer, reír o dormir”, explicó la psicóloga Einat Kauffman.

Los especialistas advierten que la recuperación será larga y dolorosa. Muchos rehenes han decidido no hablar aún públicamente, esperando que todos sus compañeros regresen antes de contar el calvario vivido bajo tierra, entre cadenas, miedo y oscuridad.