Bogotá, Colombia.- Un sismo de magnitud 5.8 se registró en la madrugada de este miércoles 10 de diciembre, afectando varias regiones de Colombia y percibiéndose con fuerza en ciudades como Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cúcuta y Tunja, según informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC).

El epicentro fue localizado inicialmente en Piedecuesta, Santander, a las 03:27 a.m., con una profundidad de 153 kilómetros. Posteriormente, el SGC precisó coordenadas en Latitud 6.85 y Longitud -73.14, en Los Santos, Santander, conocido como el “Nido Sísmico de Bucaramanga” por su alta actividad sísmica.

Desde primeras horas, ciudadanos reportaron en redes sociales la percepción del temblor, especialmente en Bogotá y Medellín. Hasta el momento no se han registrado daños estructurales graves ni víctimas. Las autoridades nacionales y regionales activaron inspecciones y protocolos de verificación en infraestructuras clave para descartar afectaciones.

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Se recordó a la ciudadanía seguir únicamente las indicaciones oficiales y mantener la calma. Entre las recomendaciones principales se incluyen no usar ascensores, protegerse bajo estructuras resistentes, alejarse de ventanas y objetos que puedan caer, y atender únicamente los comunicados del SGC y la UNGRD.

Los expertos enfatizaron la importancia de estar preparados ante eventuales réplicas. Entre las medidas preventivas se aconseja contar con un kit de emergencia con agua, alimentos no perecederos, linterna, botiquín y documentos esenciales; establecer rutas de evacuación y puntos de encuentro; y prestar asistencia a niños, adultos mayores y personas con movilidad reducida.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, señaló en su cuenta de X que el temblor se sintió con fuerza en la ciudad y destacó la rapidez con la que la población respondió a las alertas. Las autoridades continúan monitoreando la actividad sísmica en toda la región, reiterando que la magnitud y los datos iniciales podrían ajustarse tras la revisión técnica.

El sismo se produce en una región ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde los movimientos telúricos forman parte de la cotidianidad. Por ello, las campañas de educación, prevención y protocolos de emergencia se mantienen activas para garantizar la seguridad de la población ante cualquier evento natural.