Washington D. C.- Durante su testimonio ante el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, admitió públicamente el lunes 22/7/24 que la agencia «fracasó» en su misión de proteger al ex presidente Donald Trump durante un grave incidente ocurrido el 13 de julio.

Cheatle describió este suceso como «el fracaso operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas».

Los hechos

El intento de asesinato tuvo lugar en un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, donde un individuo armado, identificado como Thomas Matthew Crooks, abrió fuego contra Trump con un rifle estilo AR.

A pesar de la rápida respuesta de un francotirador del Servicio Secreto, que neutralizó al atacante 26 segundos después del primer disparo, Trump resultó levemente herido en la oreja. Además, dos asistentes al mitin sufrieron heridas graves y un bombero local perdió trágicamente la vida en el tiroteo.

El testimonio de Cheatle ante el comité no solo incluyó la admisión de responsabilidad por la falla en la protección del ex presidente, sino que también destacó la falta de prevención ante un evento que pudo haberse evitado.

Este incidente ha generado un llamado bipartidista para que Cheatle renuncie a su cargo, con legisladores como Michael Turner de Ohio argumentando que su continuación al frente del Servicio Secreto pone en riesgo no solo la vida de los líderes protegidos, sino también la seguridad pública en general.

Desde su retiro del Servicio Secreto en 2021, Cheatle había asumido el cargo de jefa de seguridad en América del Norte de PepsiCo, tras 27 años de servicio en la agencia federal.