El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue condenado a 45 años de prisión y 5 años de libertad condicional por el juez Kevin Castel en una decisión que ha sorprendido a expertos en derecho. Esta sentencia no alcanza la mínima solicitada por la defensa ni la máxima propuesta por la fiscalía.

Durante el anuncio de la sentencia, el juez Castel hizo hincapié en que este fallo envía un mensaje contundente a los «narcotraficantes elegantes», coincidiendo además con el Día Internacional de la Lucha contra el Narcotráfico. Castel destacó que tomó en cuenta consideraciones no previamente conocidas, lo cual marca un precedente en este caso.

La condena de 45 años de prisión es vista como favorable para la defensa, deja abierta la posibilidad de continuar con otros procesos legales. Expertos habían especulado que la sentencia podría llegar incluso a dos cadenas perpetuas, pero el veredicto final fue menos severo de lo anticipado.

Juan Orlando Hernández ha mantenido su inocencia a lo largo del juicio, argumentando que las acusaciones en su contra son parte de una persecución política. Sin embargo, las pruebas presentadas por la fiscalía, incluyendo testimonios y documentos, fueron determinantes en la decisión del tribunal.