Salud mental: la otra gran deuda del gobierno de Xiomara Castro
by Nincy Perdomo |
La depresión es la enfermedad más prevalente en personas adultas de Honduras, mientras que la ansiedad y las fobias son los padecimientos mentales más frecuentes en los y las infantes. Personas en la adolescencia registran trastornos depresivos y conductas de riesgo.
Desde el inicio del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, la administración de la salud pública ha estado en el ojo del huracán. Castro nombró a José Manuel Matheu, quien fue electo diputado del Partido Salvador de Honduras, para encargarse de esta secretaría, y no ha evitado caer en controversias.
Desde la falta de pago a los y las profesionales de salud, informaciones erróneas respecto al abastecimiento de medicamentos y posturas abiertamente en contra de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, Matheu ha tenido carta blanca de Castro para dirigir la salud pública de acuerdo a sus puntos de vista personales.
No obstante, éstas no son las únicas deudas de Matheu con la ciudadanía hondureña: la población continúa careciendo de una atención integral en salud mental.
De acuerdo al Plan de gobierno para la refundación de la patria y la construcción del estado socialista y democrático, socializado por Castro y su equipo durante la campaña electoral de finales del 2021, el inciso 4 coloca la salud mental como una prioridad de la administración. Castro propone, como medidas para fortalecer la salud mental de la ciudadanía, lo siguiente: «Se creará la Unidad de Salud Emocional dentro del sector salud encargada de planificar, administrar y coordinar los programas y actividades relacionados con la salud mental y emocional. Se encargará de capacitar a nivel nacional al personal médico, docentes y empleados públicos en temas de salud emocional. Se colocarán profesionales de psicología en salud emocional en cada centro de salud a nivel nacional y en todas las direcciones departamentales de educación pública a nivel nacional.«
Hasta enero del 2023, de acuerdo a la información detallada en el Portal Único de Información Pública de la Secretaría de Salud, no se ha creado ninguna unidad de salud emocional a nivel de secretaría ni dentro de las regiones sanitarias adscritas a la misma.
La psicóloga Patricia Mackay, catedrática de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), manifiesta, «A nivel público hay escasas ofertas (de atención en salud mental). La salud mental del hondureño está muy mal hace décadas. La Secretaría de Salud no cuenta con una dirección de salud mental. Sólo imagine: el ente que rige la salud del pueblo hondureño no cuenta con una dirección de salud mental. Si no estamos dentro del renglón de la salud, ¿cómo estará la salud mental?»
Mackay menciona que cada año se registran importantes aumentos en las prevalencias de varias aflicciones mentales, pero que debido a que no existe un centro estadístico que permita tener un panorama nacional sobre la salud mental, no se realizan las consideraciones a nivel de políticas públicas que la población necesita. «Los científicos de la salud mental tenemos que ir consiguiendo datos de una manera parchada, de una institución a otra, y hacer unas proyecciones, pero en realidad no tenemos un verdadero recuento nacional. «
«Hemos perdido los minúsculos espacios en salud mental que tenía Honduras. No tenemos ya el Hospital de Día, por ejemplo, que era una alternativa, acá en Tegucigalpa, donde habían psicólogos que podían atender a la población. No le tengo que contar cuántas huelgas, cuántas protestas y cuántas denuncias hacen las personas que acuden a los servicios públicos de salud porque nunca hay medicamentos o no hay citas disponibles.»
Para Mackay, es imperativo que el Estado de Honduras genere alternativas departamentales para la atención integral en salud mental, y que además cree la figura del psicólogo escolar por medio del Congreso Nacional, pero también las agencias en salud mental. «¿Qué son las agencias en salud mental? No son ONGs; son organizaciones que reciben fondos de donantes para trabajar en el tema de salud mental. Hacen diagnósticos y dan atención con la misma calidad que se realiza en los consultorios privados.»
Los trastornos más frecuentes en niños y niñas son la ansiedad y las fobias, problemas de aprendizaje, trastornos del neurodesarrollo (ADHD, autismo), el maltrato infantil y el abuso sexual. En cuanto a los y las adolescentes, la depresión y la ansiedad son las aflicciones más frecuentes, al igual que el abuso y comercio sexual.
En personas adultas, la depresión, el trastorno bipolar y la ansiedad continúan siendo las enfermedades mentales más frecuentes. Los padecimientos como el estrés y el burnout pueden generar síntomas psicosomáticos como las úlceras, la gastritis y las fibromialgias. Mackay menciona también a las adicciones como el alcoholismo y el juego dentro de los males que aquejan a las personas adultas.
LEÉ ADEMÁS: Mosquito Wolbachia está perdiendo la batalla contra el dengue en Honduras