La Paz, 9 nov (EFE).- El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, encabezó este domingo una caravana de decenas de camiones cisterna con diésel y gasolina para incrementar la oferta de combustibles y acabar con las filas que se formaron por la escasez de esos productos desde hace varios meses.

Paz, junto a varios de sus ministros del área económica, abordó la parte trasera de una camioneta de la Policía Boliviana que dirigió la fila de cisternas desde el sector llamado la Apacheta.

Paz dijo que ya se designó un nuevo responsable de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para encargarse de la logística, porque “diésel y gasolina ya hay”.

En un punto de la ruta, Rodrigo Paz realizó un acto simbólico al pararse frente a una barrera metálica de restricción al tráfico y, con ayuda de algunos de sus ministros, retirarla como símbolo del fin de lo que denomina “Estado tranca” o Estado burocrático.

Paz también indicó que la llegada del combustible a Bolivia, que —aseguró— comenzó en la víspera, es resultado de las “gestiones internacionales” que realizó cuando aún era presidente electo ante organismos y “gobiernos amigos”.

En las últimas semanas, Bolivia atravesó una nueva crisis de provisión de combustibles que causó filas extensas en las estaciones de servicio de todo el país, lo que provocó el aumento de precios de alimentos y otros productos.

La falta de diésel y gasolina se debe a la escasez de divisas que afecta a Bolivia desde principios de 2023, coincidiendo con el descenso de las reservas internacionales netas (RIN) y la reducción de la renta petrolera por el agotamiento de los antiguos pozos de gas natural.

Una de las premisas de Rodrigo Paz es abrir Bolivia a las inversiones extranjeras, otorgar seguridad jurídica y restablecer las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores con Estados Unidos, suspendidas desde 2008 durante el Gobierno del exmandatario Evo Morales (2006-2019).

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