Roberto Contreras, alcalde de San Pedro Sula, lanzó un desafío al Ministerio Público (MP) tras acompañar a su esposa, Zoila de Contreras, a declarar en Tegucigalpa en un caso de presunta corrupción. «Si el MP me quiere tanto tiempo en Tegucigalpa, me voy a venir a vivir acá y voy a ser alcalde aquí. Vamos a sacar a Aldana», dijo Contreras, en referencia al actual alcalde de la capital, Jorge Aldana.

Las declaraciones de Contreras contrastan con la gravedad de la investigación que enfrenta su esposa, quien es señalada por su presunta implicación en contratos fraudulentos de limpieza con la empresa Sulaambiente. Según los fiscales, estos contratos, junto con otros para exámenes de citología, causaron pérdidas significativas a la comuna sampedrana.

Uno de los focos de la investigación es una casa valorada en 10 millones de dólares, que presuntamente pertenece a Zoila de Contreras y que habría sido adquirida con ganancias de los contratos fraudulentos. Los fiscales mantienen la información en reserva y aseguran que Zoila de Contreras es solo una de varias personas citadas tanto como investigadas como testigos. Además, rechazan las acusaciones de Roberto Contreras sobre la politización del caso.

El 3 de junio de 2024, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) aseguró documentos relacionados con la adjudicación de los contratos, como parte de las acciones investigativas. Los agentes analizan las condiciones bajo las cuales la comuna otorgó contratos a Sulaambiente, una empresa en el centro de controversias desde su creación en 2001, cuando ganó una adjudicación sin estar legalmente constituida.

La Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO) busca determinar si estos contratos beneficiaron directamente a familiares de Roberto Contreras. Aunque aún no se ha presentado un requerimiento formal, se presume que el alcalde también podría ser investigado.