Reconfiguración del Congreso Nacional: así comenzó en 2022 y así iniciará la IV legislatura

por Carlitos Giron |

Reconfiguración del Congreso Nacional: así comenzó en 2022 y así iniciará la IV legislatura
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Tegucigalpa, Honduras.- La reciente remodelación interna del Congreso Nacional (CN) no es el único cambio que ha ocurrido en el hemiciclo. Desde el 25 de enero de 2022 hasta la misma fecha de 2025, en vísperas de la instalación de la IV y última legislatura, muchos congresistas han cambiado de partido político.

El Congreso Nacional que comenzó en 2022 es significativamente diferente al que está concluyendo esta legislatura. Por ejemplo, Luis Redondo, quien llegó bajo la bandera del Partido Salvador de Honduras (PSH), ahora enarbola con orgullo los colores del oficialista Libertad y Refundación (Libre).

Por otro lado, Jorge Cálix, quien anteriormente fue un férreo defensor de Libre y cercano a la familia presidencial, ahora es crítico de los Zelaya Castro y se ha unido al Partido Liberal (PL), donde se desempeña como precandidato presidencial.

El equipo de datos de ICN realizó una radiografía de cómo las bancadas del Congreso Nacional han cambiado en las primeras tres legislaturas. Estos movimientos han fortalecido a algunas fuerzas políticas y debilitado a otras, pero al cierre de este ciclo, tanto Libre como el Partido Nacional cuentan con 43 curules cada uno.

Esta paridad obliga a ambas bancadas a negociar para alcanzar acuerdos, demostrando su capacidad de persuasión hacia otras fuerzas políticas. Solo así podrán alcanzar la mayoría simple, que requiere al menos 65 votos de los 128 diputados del Congreso Nacional.

Sin embargo, la experiencia de las tres legislaturas pasadas muestra que las negociaciones para llegar a consensos han sido el principal obstáculo para el desarrollo de las sesiones, provocando incluso parálisis legislativas.

En enero de 2022, el Congreso Nacional se conformaba así: 50 diputados de Libre (la mayor bancada), 44 del Partido Nacional (segunda fuerza), 22 del Partido Liberal, 10 del PSH, y un representante cada uno del Partido Anticorrupción (PAC) y la Democracia Cristiana.


En estos 1,096 días, las discordias entre bancadas, luchas ideológicas, transfuguismo y expulsiones han generado una reconfiguración significativa en el Congreso Nacional.

Estas dinámicas internas han llevado a que incluso algunas instituciones políticas, como la Democracia Cristiana, pierdan representación en el hemiciclo.

Desde el 25 de enero de 2022 hasta el 25 de enero de 2025, más de 15 diputados han sido afectados por estas circunstancias, alterando la composición inicial del Congreso.

De cara a la IV y última legislatura, el pleno del Congreso se encuentra conformado de la siguiente manera: Partido Nacional, 43 congresistas; Libre, 43; Partido Liberal, 32; PSH, 7; PAC, 1; y 2 independientes.

Un caso particular es el de Carlos Raudales, quien, debido a sus acercamientos con Libre, fue expulsado por la Democracia Cristiana, dejando a esta institución sin representación en el Congreso.

Lo anteriore es catalogado como el fenómeno del transfuguismo, caracterizado por el cambio de bancadas de diputados en el Congreso Nacional, ha alcanzado su punto más elevado durante el periodo legislativo 2022-2026.

Analistas políticos consultados por ICN consideran que este fenómeno refleja tanto una evolución como la inestabilidad del sistema político hondureño.

«El transfuguismo está presente en Honduras desde 2009 y continúa evolucionando. Por las figuras que pasaron de Libre al Partido Liberal, se podría prever que este fenómeno, como expresión de la inestabilidad política, continuará», afirmó el analista político Miguel Cálix.

Cálix arguyó que este problema seguirá ocurriendo durante el resto de la actual legislatura y, probablemente, también en la próxima, que será electa en noviembre de 2025.

«El transfuguismo debe entenderse como una característica del reacomodo del sistema político y de la inestabilidad que persiste desde hace 15 años, tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya», sostuvo.

Obligados a negociar: Libre y el PN

En esta cuarta legislatura, las bancadas del Partido Nacional y Libre enfrentan el reto de negociar entre sí para aprobar leyes clave, ya sea por mayoría simple (65 votos de 128) o por mayoría calificada (86 de 128).

En caso de no llegar a acuerdos internos, tendrán que buscar consensos con otras bancadas para alcanzar sus objetivos legislativos.

El Congreso se conforma por 128 diputados, de estos salen a relucir dos rangos de votos: la mayoría simple, que es de 65 diputados, y la calificada de 86 (dos tercios del parlamento).

Con la mayoría simple (la mitad más uno) se aprueba, deroga o reforma leyes de carácter ordinario. Asimismo, se puede elegir a la nueva junta directiva del Poder Legislativo.

Entre los proyectos pendientes está el presupuesto general de la República de 2025, las 18 adendas a contratos de energía, la Ley de Colaboración Eficaz, la Ley de Justicia Tributaria, la reforma del Código Penal y la reforma a la Ley de Imprema. Sin embargo, los analistas coinciden en que las negociaciones serán fundamentales para sacar adelante estas iniciativas.

«Por la víspera se conoce la fiesta», comentó el analista Pablo Carías al ser consultado sobre cómo las fuerzas políticas podrían lograr acuerdos en este último año de gestión.

«Este Congreso Nacional ha quedado a deber; las incongruencias, la falta de diálogo, los desacuerdos y la baja productividad han sido constantes. Es más, este Congreso está considerado uno de los menos comprometidos en América Latina», criticó Carías.

Por su parte, Miguel Cálix subrayó que Luis Redondo, presidente del Congreso Nacional, deberá ser estratégico en sus negociaciones con los jefes de bancada. «La habilidad de la presidencia del Congreso para negociar pasa por escuchar, tener una mente abierta y visión de largo plazo», señaló.

Aunque el Congreso Nacional ha logrado superar desafíos importantes, como la elección de autoridades clave —entre ellas, los titulares de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el Ministerio Público (MP), el Tribunal Superior de Cuentas (TSC), el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), la Procuraduría General de la República (PGR) y el Consejo Nacional Electoral (CNE)—, aún enfrenta grandes retos.

En esta cuarta legislatura, el Congreso Nacional deberá demostrar que puede superar la incapacidad legislativa que ha marcado los últimos años y responder a las demandas del pueblo hondureño.

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