Corea del Norte (EFE). Vladimir Putin llegó a Corea del Norte en una visita estratégica destinada a fortalecer los lazos de defensa entre dos naciones nuclearmente armadas, mientras Rusia continúa su ofensiva militar en Ucrania. Esta visita marca el regreso del presidente ruso a Pyongyang después de 24 años, subrayando la asociación duradera entre ambos países desde el final de la Guerra de Corea en 1953.

Antes de su llegada, Putin elogió el respaldo de Corea del Norte a la operación militar rusa en Ucrania, destacando la solidaridad en tiempos de conflictos internacionales. La visita también coincidió con tensiones en la frontera entre Corea del Norte y del Sur, subrayando la sensibilidad geopolítica de la región.

Durante su estancia, Putin discutió posibles acuerdos de cooperación estratégica global, buscando contrarrestar las sanciones occidentales que han afectado a ambos países. Acompañado por el ministro de Defensa y el canciller ruso, Putin exploró oportunidades para fortalecer la colaboración militar y diplomática con Pyongyang.

La comunidad internacional, especialmente las potencias occidentales, observa con preocupación estos movimientos, temiendo una mayor consolidación de la alianza entre Rusia y Corea del Norte en un contexto de tensiones globales. Mientras tanto, Corea del Sur sigue de cerca los desarrollos, consciente del equilibrio delicado entre las dos Coreas y la influencia regional de Rusia.

Este encuentro resalta el papel de Putin como un jugador clave en la geopolítica mundial, navegando entre alianzas estratégicas y conflictos internacionales, mientras Corea del Norte y Rusia buscan fortalecer su posición frente a las presiones externas.