TEGUCIGALPA.- El proceso electoral hondureño entró en una fase decisiva luego de que el sistema de divulgación del Consejo Nacional Electoral (CNE) volviera a detenerse con el 99.40% de las actas procesadas, dejando al país sin nuevas actualizaciones durante toda la jornada. El congelamiento sorprendió a la ciudadanía, especialmente después de que la plataforma había regresado a operaciones tras más de 60 horas sin datos oficiales.

La última actualización publicada por el CNE mantiene a Nasry “Tito” Asfura en primer lugar con 1,298,835 votos (40.52%), seguido muy de cerca por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con 1,256,428 votos (39.20%). La diferencia entre ambos es de 42,407 sufragios, una brecha tan ajustada que cualquier variación en el escrutinio especial podría modificar el desenlace final.

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En la tercera posición se mantiene Rixi Moncada, del partido Libre, con 618,448 votos (19.29%), mientras que las cifras de Nelson Ávila (25,421 votos) y Mario Rivera Callejas (5,516 votos) quedaron rezagadas. Desde la caída inicial del sistema, el CNE habilitó un centro de cómputo provisional para reactivar gradualmente la plataforma, lo que provocó cambios en el tablero: primero favorecieron a Nasralla y, posteriormente, devolvieron la ventaja a Asfura.

Escrutinio especial

La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, reconoció que el sistema presentó fallas específicas durante el procesamiento de los niveles electivos de diputados en Francisco Morazán y en Cortés. Explicó que, en este último caso, el tamaño de la papeleta generó un desajuste técnico en el sistema de contingencia, lo que provocó una nueva interrupción justo cuando el país esperaba el cierre definitivo del conteo.

De acuerdo con el corte oficial, faltan 115 actas por procesar, pero el reto mayor está en las 2,773 actas que presentan inconsistencias, las cuales deberán revisarse una por una en el escrutinio especial que iniciará este jueves. Para este procedimiento, el CNE desplegará 200 personas en turnos de 12 horas, y cada mesa contará con la participación de representantes de los partidos políticos.

La revisión también será observada por la OEA, la Unión Europea y la Red de Observadores Electorales, organismos que supervisarán el análisis de cada acta con irregularidades para garantizar transparencia en un proceso electoral marcado por fallas, retrasos y tensiones políticas.

El propio ente electoral confirmó que será del escrutinio especial de donde saldrá el nuevo presidente de Honduras, pues el margen estrecho entre los dos principales aspirantes, las actas pendientes y las inconsistencias acumuladas impiden declarar un ganador definitivo con los datos actuales.

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