Ciudad de Panamá – El presidente panameño, José Raúl Mulino, reveló que los vuelos de repatriación financiados por Estados Unidos llevarán a migrantes hacia Colombia, país fronterizo desde donde ingresan al atravesar la selva del Darién.

Acuerdo y apoyo internacional

Panamá y EE.UU. suscribieron un acuerdo el pasado 1 de julio para implementar vuelos de repatriación, con un respaldo financiero estadounidense de 6 millones de dólares destinados a operar este programa sin entregar fondos directamente al gobierno panameño.

Esta semana, la general Laura Richardson del Comando Sur de Estados Unidos visitó Panamá y se reunió con diversas autoridades, incluido el presidente Mulino, para discutir la implementación del memorándum de entendimiento (MoU) necesario para la repatriación de migrantes.

Mulino enfatizó que el acuerdo ya está firmado y destacó la importancia de que Estados Unidos cumpla con sus compromisos, considerando las complejidades actuales y la campaña electoral en curso en EE.UU.

Medidas en la Selva del Darién

El acuerdo tiene como objetivo reducir el flujo migratorio a través de la peligrosa selva del Darién, por donde han transitado más de 216,000 migrantes en lo que va del año, en su mayoría venezolanos. En 2023, la cifra alcanzó los 520,000 migrantes, según datos oficiales de Panamá.

Desde el 3 de julio, Panamá ha instalado «barreras perimetrales» a lo largo de 4.7 kilómetros en el Darién para canalizar el flujo migratorio a través de un «corredor humanitario», en un esfuerzo por controlar la situación.

Mulino también señaló que el flujo migratorio podría verse afectado por los resultados de las elecciones del 28 de julio en Venezuela, dado que la mayoría de los migrantes provienen de ese país.

El Darién, con 266 kilómetros de longitud, sirve como frontera natural entre Panamá y Colombia. Los migrantes enfrentan peligros como la crecida repentina de ríos, ataques de animales salvajes y de grupos armados que exigen pagos o cometen robos, con reportes ocasionales de abusos sexuales.

Panamá busca implementar medidas efectivas para gestionar este flujo migratorio y garantizar condiciones más seguras para quienes atraviesan la selva en busca de un mejor futuro en Norteamérica.