Pacientes renales protestaron frente a Casa Presidencial en medio del proceso de nueva licitación para brindar tratamientos. Los manifestantes aseguran que buscan mantener la tutela de Diálisis de Honduras, pero la Secretaría de Salud afirmó recientemente que eliminará el monopolio de dicha empresa.

El 14 de abril pasado, pacientes renales bloquearon la CA-5 durante varias horas en protesta por la misma situación. En ese momento, la Secretaría de Salud reveló que Diálisis de Honduras ha mantenido el monopolio de los tratamientos durante 12 años, impidiendo la supervisión para verificar la calidad del trabajo.

Organizaciones de la sociedad civil pidieron al sector privado y al gobierno no usar a los pacientes como moneda de cambio para presionar en una negociación o suspender el proceso de licitación. Este proceso incluye al menos ocho empresas y hasta el momento ha reasignado al 30% de los 4000 pacientes renales a otros centros de atención.

Según el diputado Carlos Umaña, la atención a pacientes renales representa para el Estado un desembolso de 4 mil millones de lempiras, lo que él considera «un negocio redondo». La controversia sobre la licitación y la falta de supervisión adecuada subraya la urgencia de garantizar que los pacientes reciban tratamientos de alta calidad y no sean utilizados como herramientas de presión en negociaciones.

El conflicto entre la Secretaría de Salud y Diálisis de Honduras destaca la necesidad de transparencia y competencia justa en la asignación de contratos de salud pública. Los pacientes renales, afectados directamente por estas decisiones, exigen una solución que priorice su bienestar y garantice un acceso equitativo a tratamientos esenciales.