De la serie Ni cuentos ni leyendas de Honduras

Tegucigalpa, Honduras. Un cheque de 48 millones de lempiras no es evidencia ni coima, es un acto de fe. Una especie de semilla espiritual que se deposita entre las páginas de una Biblia para que Dios haga las de tesorero político.

¿Quién necesita crowdfunding cuando se tiene al Altísimo de socio financiero? ¡Cuidado, Romeo! Recuerde que la fe mueve montañas, capaz lo sacude y lo expulsa desde la que se esconde, y le sale el tiro por la culata por intentar un nuevo sermón del monte.

Se abre un capítulo de teología financiera, porque aquí no nos basta con las parábolas bíblicas… ahora también escribimos cheques proféticos o ponemos nuestros lempiras en esquemas piramidales que nos llevan a tocar fondo en el sistema financiero.

En estas Honduras, con todo y la montaña del general, llueven citatorios y florecen allanamientos, con o sin orden. Con este “Misterio” Público, vámonos acostumbrando a allanamientos digitales, pero placas y licencias de papel.

Los internautas, como buenos feligreses de la ironía, no tardaron en pedir sus propios cheques proféticos. Carlos Estrada, por ejemplo, solicitó uno con emojis celestiales; mientras que otros, como la doctora Adriana Zúniga, bautizaron este episodio como puro “realismo mágico hondureño”. Gabriel García Márquez se revuelca de la risa en Macondo.

Y qué decir del periodista Félix Molina, quien no perdió la oportunidad de recordarnos que esto no es una donación ni una limosna, sino una “siembra de aclamación”, un acto de esperanza económica celestial que espera cosecha en la próxima administración… o al menos, en la próxima ronda de impunidad.

El abogado Alex Navas, con menos paciencia que fe, recordó que lo primero que debe hacer un imputado es callar. Pero claro, eso es en los países donde la lógica todavía tiene jurisdicción. Aquí preferimos escribir el guion del juicio final en TikTok, versión tropical: con uniforme militar, gorra patriótica, y una Biblia convertida en caja fuerte mística, a la espera de que “la palabra” se convierta en monedas, así como el agua en vino…

En este país, los milagros no caminan sobre el agua, pero sí te caen desde el cielo en forma de prueba para construir casos.

Pasa en el país de Koriun, en el país del narcovideo, en el país donde la Biblia se usa como caja fuerte, para convertir las hojas en billete y los billetes en frutos, y por sus frutos los conoceréis.

Guardaos, pues, de los falsos profetas.

Te puede interesar: Revelan video de Romeo Vásquez supuestamente recibiendo dinero de narcotraficantes