OPINIÓN | «Síndrome del retrovisor» contagia a la presidente Xiomara Castro y al titular del Congreso Nacional, Luis Redondo
por Yanivis Izaguirre |
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Tegucigalpa, Honduras. ¡Feliz 2021!
El “síndrome del retrovisor” contagia a presidentes del Ejecutivo y Legislativo, quienes se siguen enfocando en señalar los errores de administraciones anteriores en lugar de ofrecer soluciones concretas a los problemas actuales. Repasemos los recientes discursos de la presidente Xiomara Castro y el titular del Congreso Nacional, Luis Redondo; ambos coinciden en fondo y forma.
Al arribar al cuarto y último año de gobierno, los temas centrales en los mensajes para recibir el 2025 siguen siendo los mismos que durante la campaña electoral de 2021. Pero la narrativa del pasado ya no es suficiente para mantener el apoyo popular.
En sus mensajes, gastaron minutos en recordar las nefastas administraciones anteriores, situación de las que el pueblo está consciente y por eso los escogió como autoridades (hace ya tres años).
El neoliberalismo, el bipartidismo, el golpe de Estado de 2009, los 12 años y siete meses de narcodictadura, el fraude electoral y el expresidente Juan Orlando Hernández son los temas que siguen ocupando las líneas principales en un bucle discursivo que provoca hartazgo y desgaste.
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Política de retrospección, discurso de culpabilización, excesiva victimización, traslado de culpabilidad y narrativa defensiva… son algunas de las estrategias de comunicación en las que se siguen amparando como un recurso para justificar la falta de resultados y la lentitud en la implementación de reformas.
Sin embargo, en las postrimerías del mandato, estas no tienen ningún efecto favorable.
Establecer un marcado contraste entre “ellos” (el pasado corrupto) y “nosotros” (el presente prometedor) funciona para una campaña electoral, pero en el último año de gestión solo sirven para espantar votos y simpatías.
«Presidente cinco estrellas»
En los dos mensajes se culpa a los medios de comunicación, pues -paradójicamente- las personas con más poder político en el país se consideran víctimas de campañas mediáticas, la desinformación y la oposición. Discursos hipodérmicamente alineados con una agenda común.
La mandataria Xiomara Castro, al autodenominarse la “presidenta más atacada” y el presidente Redondo dice que si fueron lo mismo que la administraciones pasadas “las ONG y los medios de comunicación me dirían: ‘presidente cinco estrellas’ o le pagaríamos a los que tienen un precio para controlar la matriz mediática”.
Ambos titulares de poderes del Estado se enfocaron en discursos propagandísticos en lugar de políticos, recurriendo a mensajes y frases repetitivas, como “no somos iguales” (Castro) y “no somos lo mismo” (Redondo), con las que consolidan su narrativa populista.
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También pretendieron vender un mensaje reivindicativo que sonó más bien a alegato defensivo.
“¿Y pretenden que en cuatro años se corrijan más de cuatro décadas de latrocinios, desfalcos, corrupción y narcotráfico enraizado en todo el Estado, en lo público y en lo privado?”, cuestionó Redondo… Suena al “cuatro años más” del gobierno anterior…
Demonizar al oponente
En general, sus discursos buscan justificar las acciones emprendidas en estos tres años y desacreditar a sus detractores, señalándolos como parte de un modelo corrupto y neoliberal que empobreció al país. Una estrategia muy de moda en América: demonizar al oponente.
Si buscan que sus discursos se perciban como cortinas de humo para desviar la atención de los desafíos de familia y de país, sigan justificándose, fomentando división, confrontando y evadiendo responsabilidades; eso sí, prepárense para perder credibilidad.
Si, por el contrario, Luis Redondo quiere que los medios y las ONG lo llamen “presidente cinco estrellas”, como lo confesó en su Space “No te lo dicen”, debe dejar de ver por el retrovisor y avanzar.
Abandone su discurso hacia atrás; trabaje por cumplir con éxito una agenda legislativa que garantice el bien común; conviértase en el “gran conciliador” que el Congreso necesita para lograr sesiones de altura (con que lleguen a sesionar ya es ganancia), en lugar de únicamente defenderse diciendo que no recurrirá a los carros de valores, como en el pasado.
Supere el contexto en el que se dio su elección, recordarlo solo demuestra que no ha sido capaz de consolidar un liderazgo; actúe como presidente del Congreso, no como jefe de bancada del partido al cual se acaba de afiliar.
Así de claro, para que luego no replique que “no se lo dicen” y que es un complot de los medios y de la sociedad civil que los indicadores de veeduría y transparencia de instancias nacionales e internacionales lo califiquen como el peor Congreso de la historia.
En cuanto el ejecutivo, aunque la visión del partido es amplia, su legado se centrará en la gestión de estos cuatro años.
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No es tiempo para culpar al pasado, trabajen para eliminar los retos heredados en décadas de corrupción, bipartidismo y neoliberalismo, y dirijan al país hacia una auténtica transformación social que salde las deudas rezagadas, pues se restableció el orden constitucional, pero la reconciliación nacional sigue pendiente, como varias de sus promesas.
O se hace, o llegaremos a enero de 2026 con un discurso de cierre de gestión que dirá algo más o menos así: “hicimos lo mismo, pero no somos iguales”.
Temas recurrentes en los discursos de Xiomara Castro y Luis Redondo
Críticas al neoliberalismo: | Recuerdan que este modelo solo generó pobreza en Latinoamérica. |
El golpe de Estado de 2009: | Condena del golpe de Estado y defensa de la aprobación del decreto conocido como “Código Bicentenario” y “amnistía política” por la oposición. |
Acusaciones contra el bipartidismo: | Señalan que la raíz de los problemas actuales proviene de 42 años de bipartidismo (Partido Liberal y Partido Nacional), lo que llevó a Honduras al deterioro económico, social y político. |
Herencia de la narcodictadura: | Justificarse en que la herencia de un “narcoestado” les impide cumplir sus promesas. |
Críticas a las ONG: | Afirman que las ONG sirven a intereses económicos y políticos específicos. |
Señalamientos a la empresa privada: | Acusan a las élites económicas de usar campañas mediáticas para desinformar y oponerse a los cambios. |
Ataques a las Organizaciones de Sociedad Civil: | Señalan que las OSC no denunciaron ni actuaron frente a la corrupción de las administraciones pasadas. |
Derogación de las ZEDE: | Reiteran su apoyo a la decisión de la Corte Suprema de Justicia al declararlas inconstitucionales. |
Nombramiento del fiscal general y adjunto | Defienden la legalidad del nombramiento interno del fiscal general y adjunto, a través de una Comisión Permanente y ratificada posteriormente por el Pleno. Y acusan a la oposición de intentar imponer ilegalmente la continuidad de las autoridades salientes. |
Crítica a la Ley de Empleo por Hora: | Justifican su derogación argumentando que promovía precariedad laboral, sin aprobar hasta ahora otra propuesta que incentive el empleo. |
Boicot de la oposición: | Se lamentan por no avanzar en sus agendas de recuperación económica y creación de un estado socialista democrático por culpa del boicot de la oposición. |
Intentos de golpe de Estado: | Denuncian intentos de golpe de Estado y desestabilización por parte de sectores opositores. |
Campañas mediáticas y desinformación: | Sostienen que hay una campaña masiva para desacreditar al Congreso Nacional y la gestión de la presidencia de la República para evitar que se cumpla la “agenda del bicentenario”, también conocida por la oposición como “amnistía política”. |