A pesar de su destacado papel en la historia de Honduras, la falta de reconocimiento de su legado en el exterior contrasta con la relevancia de su contribución a la reforma liberal.
A pesar de su destacado papel en la historia de Honduras, la falta de reconocimiento de su legado en el exterior contrasta con la relevancia de su contribución a la reforma liberal.

París – En un rincón olvidado del cementerio parisino reposa el cuerpo de Marco Aurelio Soto Martínez, el vigésimo primero y vigésimo segundo presidente de Honduras. A pesar de estar en buenas condiciones, la tumba de Soto, un prominente abogado y político hondureño, ha caído en el olvido con el tiempo. Soto, conocido por su papel crucial en la reforma liberal de Honduras, falleció en Francia el 25 de febrero de 1908 a la edad de 61 años.

Durante su mandato, Soto impulsó reformas significativas que transformaron el panorama político y social de Honduras. Su trabajo como promotor de la reforma liberal dejó una marca duradera en la historia del país, aunque su figura parece haber sido relegada al olvido en su tumba parisina.

A pesar de su destacado papel en la historia de Honduras, la falta de reconocimiento de su legado en el exterior contrasta con la relevancia de su contribución a la reforma liberal. La tumba de Soto, aunque en buenas condiciones, no refleja el impacto de su trabajo y la importancia de su figura en la historia política de su país natal.

Yonny Rodríguez redactor de la sección cita con la historia encontró la tumba la limpió y se encargará de tenernos más detalles sobre este emblemático personaje.

por Tania