Tegucigalpa.- La construcción de dos nuevas instalaciones penitenciarias en Honduras está programada para comenzar este mes de julio, según confirmó el lunes Lucky Medina, titular de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna).

La primera de estas instalaciones, conocida coloquialmente como la «Alcatraz hondureña», se ubicará en la Isla del Cisne, en el Caribe. Esta prisión de máxima seguridad albergará a 2,000 personas con antecedentes criminales. La segunda instalación será un Centro de Reclusión Especial en la región entre Olancho y Gracias a Dios, diseñado para albergar hasta 20,000 reclusos de alta peligrosidad, como anunció el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) a principios de junio.

Recientemente, el ministro Medina anunció la aprobación de la licencia ambiental para la construcción de la megacárcel en la Isla del Cisne, lo que ha generado controversia entre defensores ambientales y la población local.

Estudios ambientales y presupuesto

La aprobación de la licencia ambiental marca la primera fase del proyecto e incluye estudios biológicos y marino-costeros detallados, así como la recopilación de datos científicos adicionales. La segunda fase se centrará en la infraestructura, que incluirá una granja solar para energía renovable y plantas de tratamiento de aguas residuales, medidas destinadas a minimizar el impacto ambiental.

El presupuesto destinado para estas obras de infraestructura penitenciaria asciende a unos 80 millones de dólares (2 mil millones de lempiras). Las autoridades han expresado la urgencia de completar la construcción lo antes posible para comenzar a trasladar a los primeros reclusos, descritos como «hampones y personajes corruptos».

En cuanto al Centro de Reclusión en la zona oriental de Honduras, los detalles adicionales sobre su construcción serán anunciados conforme avance el proyecto.