Nueva Delhi enfrenta otra grave crisis de smog tóxico
Nueva Delhi, India.- Una nueva crisis de contaminación atmosférica afecta a Nueva Delhi, considerada la ciudad más contaminada del mundo, luego de que una espesa capa de smog cubriera la capital india y redujera drásticamente la visibilidad en amplias zonas urbanas y del norte del país.
La mezcla de niebla invernal y contaminación tóxica provocó retrasos en el tránsito terrestre y la cancelación de decenas de vuelos en el Aeropuerto Internacional Indira Gandhi durante las primeras horas del lunes. Aunque las autoridades aeroportuarias informaron que las operaciones comenzaron a normalizarse hacia el mediodía, los efectos del smog persistieron en distintos sectores de la ciudad.
De acuerdo con la Junta Central de Control de la Contaminación de la India (CPCB), el índice de calidad del aire alcanzó los 398 puntos, una cifra catalogada como muy perjudicial para la salud. Este nivel implica riesgos graves, especialmente para niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
La plataforma internacional IQAir, especializada en monitoreo ambiental, ubicó a Nueva Delhi como la ciudad más contaminada del mundo durante la jornada. Según sus mediciones, la concentración de partículas finas PM2.5 alcanzó los 255 microgramos por metro cúbico, lo que representa 51 veces el límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este episodio ocurre semanas después de que el Gobierno indio activara la fase IV del Plan de Respuesta Gradual contra la Contaminación (GRAP), el nivel más estricto del protocolo nacional. Las medidas incluyen restricciones a vehículos altamente contaminantes, suspensión de obras, control industrial y promoción del teletrabajo y la educación híbrida. Aunque la alerta se había reducido recientemente, el deterioro del aire obligó a reforzar los controles.
Las autoridades atribuyen la crisis a una combinación de factores estacionales y estructurales, entre ellos la quema de rastrojos agrícolas en estados vecinos, las emisiones de millones de vehículos, el polvo de la construcción y el uso de pirotecnia durante festividades. La llegada del invierno y la baja circulación de vientos agravan la acumulación de contaminantes en una metrópoli de más de 30 millones de habitantes.
Especialistas advierten que, sin cambios estructurales en transporte, energía y planificación urbana, estos episodios de smog extremo seguirán repitiéndose cada año, con impactos directos en la salud pública y la economía.