Nicaragua había denunciado que no hubo consenso en la declaración de la CELAC
por Carlitos Giron |

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Tegucigalpa, Honduras.- Nicaragua denunció que «no hubo consenso» en la declaración final de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el miércoles en Honduras, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Managua, coincidiendo en ese sentido con Argentina y Paraguay.
«Una declaración de esta Cumbre debe referirse a las gravísimas consecuencias de las políticas arancelarias decretadas por los Estados Unidos contra el Mundo, y acordar acciones y medidas comunes para enfrentar sus consecuencias», indicó el canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, delegado por Nicaragua a ese cónclave.
«Una declaración de la Celac debe incluir la solidaridad con las hermanas y hermanos que han tenido que migrar fuera de sus países y debe exigir un trato digno para quienes son retornados a sus patrias», continuó el jefe de la diplomacia nicaragüense en un mensaje titulado: «Nicaragua en Celac: No hubo ni hay consenso».
La ‘Declaración de Tegucigalpa’ fue emitida este miércoles al cabo de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac, celebrada en Honduras y a la que los copresidentes nicaragüenses y esposos, Daniel Ortega y Rosario Murillo, no asistieron.
El texto de la declaración final no tuvo el apoyo de Argentina, Paraguay y Nicaragua, pero el Gobierno de Honduras, a cargo de la Presidencia pro témpore de la Celac hasta este miércoles -cuando la traspasó a Colombia-, la emitió de todos modos bajo el argumento de que el texto contaba con el «consenso suficiente» de 30 de los 33 Estados miembros del organismo.
Para Nicaragua, la ‘Declaración de Tegucigalpa’ debe reconocer, además, «la legítima exigencia de los hermanos pueblos caribeños de reparaciones por los crímenes del colonialismo y la esclavitud y rechazar las extorsiones en su contra y expresar la inequívoca solidaridad hacia el hermano pueblo de Haití sin intervenciones externas».
Muchos de estos elementos fueron abordados ampliamente por la mayoría de las delegaciones, pero no fueron recogidas en esa propuesta de Declaración, reprochó Managua, que dijo haber sentado su posición durante la cumbre.
En el marco de la reunión, el Gobierno nicaragüense rechazó la «imposición antojadiza de aranceles» por parte de Estados Unidos, que estableció una tarifa mínima de 10 % para decenas de países y otro gravamen adicional para los que Washington considera como «peores infractores» por sus barreras comerciales y fiscales a productos estadounidenses, y en que en el caso de Nicaragua es de 18 %.
Asimismo, condenó «con fuerza la criminalización de nuestros hermanos migrantes, así como el indigno y bochornoso trato que están recibiendo», por parte del Gobierno de Donald Trump, quien prometió llevar a cabo la mayor campaña de deportación de la historia de Estados Unidos.