Tegucigalpa. El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró este miércoles como ganador de las elecciones presidenciales de Honduras al candidato del Partido Nacional de Honduras, Nasry Asfura para el periodo 2026-2030, tras dar por concluido el escrutinio general y el recuento especial de actas, lo que representa que la derecha retoma el poder tras cuatro años del gobierno de izquierda del partido Libertad y Refundación (Libre).

La declaratoria, realizada en sesión de pleno de forma virtual, lleva la firma de Ana Paola Hall, en representación del Partido Liberal, y Cosette López, del Partido Nacional, y del suplente Carlos Cardona, pues el tercer propietario, Marlon Ochoa, de Libre, no fue parte de la reunión.

De acuerdo con los resultados oficiales, Asfura obtuvo 1,479,822 votos, equivalentes al 40.27 por ciento, seguido por el candidato del Partido Liberal de Honduras, Salvador Nasralla, con 1,452,796 votos (39.53 por ciento).

Y la candidata del Partido Libertad y Refundación, Rixi Ramona Moncada Godoy, obtuvo 705,428 votos, lo que equivale al 19.19 por ciento de la votación válida en el nivel electivo presidencial,

La declaratoria se realizó con 98.18 % de las actas divulgadas del nivel electivo presidencial.

El documento certifica que, de un total de 19,167 actas, se contaba con 18,820 actas divulgadas correctamente, mientras 333 presentaban inconsistencias, lo que equivale a que el 1.73 % estaba en revisión y el 98.18 % servía como base para la declaratoria.

La jornada tuvo dos momentos clave: el martes, cuando el consejero Marlon Ochoa expuso en sesión de pleno una denuncia por presuntas irregularidades del proceso electoral y anunció que no firmaría la declaratoria presidencial; y el miércoles, en continuación de la sesión, cuando, ante su ausencia y la de los consejeros suplentes convocados, Cosette López y Ana Paola Hall emitieron la declaratoria de ganador del nivel presidencial, en medio de alta tensión institucional.

Así las cosas, Ochoa desistió de estampar su firma luego de que, en la sesión de pleno previa del martes, que también se efectuó virtual, leyera una extensa denuncia por supuestas irregularidades del proceso, que luego presentó ante el Ministerio Público.

En su denuncia, Ochoa advirtió sobre lo que calificó como “intenciones de fraude”, al considerar ilegal que se avanzara hacia una declaratoria presidencial sin haberse concluido el escrutinio del 100 por ciento de las actas, ni resuelto impugnaciones, nulidades y reclamos pendientes del proceso electoral.

Según expuso Marlon Ochoa, proceder en esas condiciones contravendría el marco legal vigente y vulneraría la transparencia y certeza de los resultados, al dejar sin revisión las más de 300 actas con inconsistencias que, dado el estrecho margen entre los candidatos, podrían incidir en el resultado final de la elección presidencial.

El consejero también señaló graves fallas e irregularidades en los sistemas tecnológicos utilizados durante el proceso, incluyendo el TREP, el escrutinio general, el escrutinio especial y los mecanismos de identificación biométrica, los cuales —según sostuvo— no fueron auditados ni sometidos a pruebas técnicas suficientes, lo que impediría verificar su integridad, seguridad y correcto funcionamiento. En ese contexto, solicitó al Ministerio Público la investigación penal de los hechos y la preservación de evidencia digital y documental relacionada con el proceso electoral.

El contenido del documento fue el argumento por el cual el consejero abandonó la sesión de ese martes y en la que el pleno aprobó, sin la firma de este, que se hiciera la declaratoria de ganador del nivel presidencial sin haberse concluido el escrutinio del 100 por ciento de las actas.

Finalmente, ante la no comparecencia de Marlon Ochoa para firmar la resolución de declaratoria de ganador durante la sesión de pleno celebrada este miércoles, el CNE convocó al suplente Cardona.

El escrutinio especial se inició el 18 de diciembre con el objetivo de revisar 2,794 actas observadas por inconsistencias, equivalentes al 14.58 por ciento del universo de 19,167 actas. Al cierre del proceso, el CNE reportó que se había revisado el 99.80 por ciento de las actas incorporadas al conteo general.

Cuando comenzó la revisión, los resultados presidenciales reflejaban un margen estrecho entre Nasry Asfura, quien acumulaba 1,323,405 votos (40.39 por ciento), y Salvador Nasralla, con 1,291,513 votos (39.41 por ciento).

Sin embargo, tras siete días de revisión, el escrutinio especial no logró abarcar la totalidad de las actas previstas: de las 2,794 actas programadas para cotejo, 2,399 fueron efectivamente revisadas, mientras que 333 quedaron fuera del proceso.

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