Tegucigalpa, Honduras.- El hecho de que en las calles de varios departamentos de Honduras no haya tantos migrantes como en años anteriores se debe a que, después de cuatro años de aumento en el ingreso de extranjeros irregulares, en 2024 por primera vez se ha registrado un descenso.

Así lo constató el equipo de datos de ICN Noticias al examinar cifras oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM).

De 2020 a 2023, el ingreso de migrantes irregulares a Honduras con destino a Estados Unidos aumentó cada año, pero para 2024, esa tendencia se frenó.

Los datos cotejados por ICN muestran que, en 2020, ingresaron 8,154 personas, cifra que para 2021 aumentó a 17,590. En 2022 la situación se volvió crítica: en ese año, 188,858 migrantes transitaron por territorio nacional.

Para 2023, la situación se agudizó aún más, alcanzando 545,043 ingresos de extranjeros, cifra récord en la historia de Honduras. Los datos hasta el 1 de diciembre de 2024 del INM muestran que el ingreso de extranjeros cayó a 349,049.

Lo anterior significa que, en 2024, ingresaron 195,994 migrantes menos en comparación con 2023, que fue el año más crítico.

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¿A qué se debe la reducción de migrantes?

Para expertos en migración, el descenso en el tránsito de migrantes irregulares por Honduras se debe a factores externos, es decir, a medidas tomadas en otros países.

«Estados Unidos hizo acuerdos con Panamá, y Panamá restringió el acceso por el Darién. Además, hay ciertas expectativas sobre lo que ocurrirá cuando Trump asuma la presidencia, respecto al tema migratorio», analizó el coordinador del Observatorio de Migraciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Ante la amenaza de Donald Trump, quien tomará posesión como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero de 2025, el experto en migración deduce que muchas personas que pensaban llegar a esa nación han pausado su viaje.

«Mucha gente pospone su viaje esperando a ver cómo se comportará el gobierno de Estados Unidos, para conocer la forma en que podrán llegar de manera irregular», añadió Castillo.

Otro factor que ha frenado el tránsito migratorio es el flagelo de los traficantes de personas.

«Ellos siempre están buscando nuevas rutas para llevar a las personas a Estados Unidos, y en estos años Honduras se convirtió en un país de tránsito. Esperamos que esto cambie», externó Castillo.

Para Wilson Paz, director del Instituto Nacional de Migración (INM), coincide con lo expuesto por Castillo, pero advirtió que el gobierno hondureño seguirá preparado para el 2025 ante cualquier oleada de migrantes, como la ocurrida en 2023.

«Nosotros hemos tenido comunicación con otros Estados, y es una incógnita para todos los países lo que pueda ocurrir. Nosotros como país estamos en diálogos con el gobierno de Estados Unidos», dijo Paz.

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El otro lado de la migración

Los datos de 2020 a 2024, examinados por el equipo de datos de ICN, verificaron que, en este lapso, de los 1,108,694 migrantes que ingresaron a Honduras, 108,754 eran niñas y 134,593 niños, lo que significa que un total de 243,347 menores de edad pasaron por este país.

Los mismos datos del INM reflejan que Venezuela es la nacionalidad que más transita por Honduras.

En los cuatro años, ingresaron 462,527 venezolanos, 222,093 cubanos, 123,456 haitianos y 88,433 ecuatorianos. Estas son las cuatro nacionalidades que más transitan por Honduras.

«En Venezuela hay una situación política que se va a dar a partir de enero: asumirá Maduro la presidencia, entonces se reactivará la violencia y posiblemente tengamos un auge de venezolanos que puedan salir del país», analizó la defensora de derechos humanos, Dina Meza.

Meza también afirmó que otras naciones como Nicaragua y Colombia enfrentan situaciones políticas adversas que pueden provocar, para el siguiente año, un aumento en la migración irregular en Honduras.