Más de 2,000 bebés y niños hondureños hasta con cáncer han sido deportados este 2025
Tegucigalpa, Honduras.- Los niños y niñas hondureños están viviendo en carne propia el drama de la deportación. Una niña con cáncer fue deportada desde Estados Unidos hace apenas una semana, y otros menores están enfrentando traumas emocionales al regresar a Honduras.
El Equipo de Datos de ICN, tras revisar cifras oficiales del gobierno de Honduras, constató que el 17% de los hondureños deportados en lo que va de 2025 son menores de edad. Esto incluye desde recién nacidos hasta adolescentes.
Y aunque no existe un registro público detallado sobre su estado de salud, se conoció —por medio de fuentes gubernamentales— que entre los deportados hay niños y niñas con enfermedades graves, incluyendo cáncer y otras patologías.
Hasta el 2 de mayo de 2025, un total de 11,883 hondureños han sido deportados desde distintos países.
De esa cifra, 2,076 son menores de edad, incluyendo bebés y niños con condiciones médicas delicadas.
El Instituto Nacional de Migración (INM) detalla que 1,310 son niños y 766 son niñas. De estos, 752 tienen entre cero y diez años de edad.
Según los datos oficiales, Estados Unidos, Guatemala y México lideran la lista de países que más deportan menores hondureños.
Sin embargo, en el caso específico de las niñas, el patrón cambia ligeramente: México encabeza la lista, seguido de Guatemala y luego Estados Unidos.
En resumen, el 17% de las personas deportadas este año son menores de edad.
Drama
Las familias de dos mujeres hondureñas deportadas a su país por el gobierno de Donald Trump con tres niños estadounidenses, uno de ellos enfermo de cáncer, y una niña hondureña viven una situación traumática, aseguraron sus abogados y activistas de derechos humanos.
En un nuevo caso de la política antiinmigrantes de Trump, el viernes fueron deportadas las hondureñas Jenny López Villela, con su niña de dos años, y otra mujer no identificada con sus hijos de cuatro y siete años, según la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y el Proyecto Nacional de Inmigración (NIP).
Esos tres menores son estadounidenses.
López, quien está embarazada, fue deportada también con su hija hondureña de 11 años. El más pequeño de los dos hijos de la otra mujer tiene cáncer, según esas organizaciones.
Las mujeres fueron detenidas la semana pasada cuando asistían a citas rutinarias de control migratorio con funcionarios en Nueva Orleans, en el sureño estado de Luisiana, y, según Méndez y González fueron “engañadas” por los agentes para ser deportadas.
El zar fronterizo del gobierno de Trump, Tom Homan, dijo hace unas semanas a la prensa en la Casa Blanca que fueron las madres de los tres niños estadounidenses quienes “tomaron la decisión” y “solicitaron” llevarlos con ellas a Honduras.
“Si eliges tener un hijo ciudadano estadounidense sabiendo que estás en este país ilegalmente, te pones en esa posición”, afirmó Homan.
El vicecanciller de Honduras, Antonio García, afirmó que el gobierno de Xiomara Castro investigará el caso de la mujer con el niño enfermo, y que está pendiente de la audiencia de mayo sobre lo ocurrido con López.
“Ella quiere regresar, obviamente. Allá tiene su vida. La presidenta está preocupada de esta situación (…) de separar familias. Queremos que se respete el debido proceso”, declaró.
Al referirse a la niña de López, un juez federal de Luisiana anunció el pasado viernes que programó una audiencia para el 16 de mayo a fin de “disipar la firme sospecha de que el gobierno” deportó a una ciudadana estadounidense sin el debido proceso”.
Las deportaciones de estos menores estadounidenses ocurren en medio de la batalla legal sobre un decreto que firmó Trump en enero que busca abolir el principio constitucional de ciudadanía por derecho de nacimiento en territorio estadounidense.