Tegucigalpa.- La comunidad deportiva de Honduras está de duelo. Este martes, San Pedro Sula recibió la triste noticia del fallecimiento de Orinson Amaya, de 52 años, presidente del Club Deportivo Marathón, quien perdió la vida a causa de un paro cardíaco. Amaya, quien lideró al club verdolaga desde 2019, deja un legado marcado por la disciplina, la dedicación y un amor profundo por el fútbol catracho.

Bajo su gestión, el Marathón no solo buscó la excelencia deportiva, sino que también fortaleció su identidad institucional, consolidó la relación con su afición y alcanzó logros importantes, entre ellos la conquista de la Copa Presidente. Su liderazgo se caracterizó por la entrega constante y la búsqueda permanente de crecimiento para la institución sampedrana.

La familia verdolaga y todo el entorno del fútbol hondureño despiden hoy, con profundo pesar, a un dirigente apasionado cuya visión y compromiso marcaron un antes y un después en el club. Su partida deja un vacío enorme en el deporte nacional y en la comunidad que siempre lo acompañó.

Legado

“Con profundo dolor tengo que informar el fallecimiento del presidente del club. Ha fallecido hoy en horas de la mañana y estamos muy quebrantados por esta noticia fuerte para la familia, para nosotros que convivíamos con él día a día y para la sociedad hondureña”, informó a Diario Deportivo Diez, el directivo de Marathón, Rolin Peña.

“Fue un hombre intenso en su trabajo, buscando siempre la perfección y lo mejor para el club. Esta noticia nos llena de mucho dolor y tristeza”, añadió Peña al describir la dedicación que caracterizó a Amaya durante sus años al frente del equipo.

De acuerdo con la información brindada por sus familiares, Amaya fue trasladada de emergencia al hospital Bendaña tras experimentar un fuerte dolor en el pecho. Minutos después se confirmó que había sufrido un infarto fulminante que no pudo soportar.

Para la sociedad hondureña, Orinson Amaya deja un legado como empresario, líder deportivo y ser humano. Para el Marathón, su afición y su familia, queda el testimonio de un hombre que hizo del club una prioridad y que trabajó incansablemente para engrandecerlo.

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