Tegucigalpa.– La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), señalada como uno de los principales focos de corrupción del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, continúa siendo utilizada como plataforma política mediante la entrega de ayudas.

En un acto celebrado en San Pedro Sula, encabezado por el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, quien busca la reelección como diputado por Cortés, Sedesol hizo entrega de 100 kits académicos y otra cantidad de computadoras portátiles a 500 estudiantes de las carreras de Odontología, Medicina, Arquitectura e Ingeniería.

En redes sociales fue presentado como parte del proceso para continuar “generando oportunidades de estudio a quienes más lo necesitan”, pero por la cantidad de candidatos a varios cargos que se hicieron presentes parecía una concentración política.

Entre los presentes destacaron además los diputados oficialistas Shirley Arriaga y Ramón Barrios, ambos en busca de renovar su curul en el Legislativo y el aspirante a la alcaldía sampedrana, Rodolfo Padilla Sunceri.

La sombra de los señalamientos por corrupción volvió a caer sobre Sedesol. En junio se filtró un audio en el que la diputada Isis Cuéllar y el entonces ministro José Carlos Cardona discutían sobre la distribución de fondos a través de la institución, una revelación que destapó el uso de recursos sociales como moneda de cambio político.

La reacción fue inmediata: Cardona presentó su renuncia en medio de la presión pública y el Ministerio Público anunció una investigación de oficio. Sin embargo, el paso de los meses ha demostrado que la promesa de justicia se desinfló. Ninguno de los implicados ha sido citado a declarar y el caso parece diluirse en la inercia de la impunidad.

El escándalo no solo puso bajo la lupa a Cuéllar y a Cardona. También sacó a la luz que al menos 80 diputados, la mayoría del oficialismo, gestionaron más de 230 millones de lempiras en ayudas a través de Sedesol, un mecanismo que, en teoría, debía atender la pobreza, pero que terminó convertido en un aparato de favores políticos.

Lejos de quedar en el pasado, la diputada Cuéllar ha seguido activa en la arena política. A pesar de las denuncias en su contra, se mantiene en campaña y promueve proyectos bajo el lema de que “Xiomara sí cumple”, como si las acusaciones nunca hubieran existido.