El diputado por el Partido Salvador de Honduras (PSH) Carlos Umaña advierte sobre un posible juicio político contra el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, por la forma en que está dirigiendo el Poder Legislativo.
Umaña acusa acusa a Redondo de estar al borde del abismo político debido a lo que él considera «coqueteos» con el abuso de autoridad. El detonante de esta situación ha sido el no sometimiento a votación de la renuncia del ingeniero Salvador Nasralla, según Umaña, una decisión que debería haber pasado por el escrutinio de los 128 diputados y que, asegura, contaba con el respaldo del 90 % de las firmas necesarias.
El diputado Umaña no ha dudado en señalar que el presidente del Congreso Nacional ha asumido un papel que no le corresponde, autoproclamándose como intérprete de la Constitución y, de manera más preocupante aún, suplantando funciones del Consejo Nacional Electoral (CNE). El caso de la inhabilitación de Nasralla ha sido especialmente sensible, ya que, según Umaña, esa tarea recae exclusivamente en el Consejo Electoral.
Ante este escenario, el diputado ha dejado claro que Redondo está jugando con fuego y que podría enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Incluso ha mencionado la posibilidad de iniciar un juicio político contra el presidente del Congreso, una opción que, según sus palabras, está cobrando fuerza entre varios diputados, incluidos miembros del partido Libre.
Las consecuencias
«Él (Redondo) está coqueteando con esa posibilidad», afirmó Umaña, en referencia a los movimientos políticos del presidente del Congreso. «No se puede permitir que alguien abuse del poder que se le ha otorgado», añadió, reiterando así su postura firme en contra de cualquier acción que ponga en entredicho el sistema democrático del país.
En los pasillos del Hemiciclo ya se habla abiertamente sobre la posibilidad de un juicio político para Redondo, aunque, según Umaña, aún no se ha tomado una decisión definitiva al respecto. Sin embargo, el diputado ha dejado claro que la paciencia tiene un límite y que no se tolerarán actos que vulneren los principios fundamentales de la democracia hondureña.
Ante estas acusaciones y advertencias, el futuro político de Luis Redondo parece cada vez más incierto. Las próximas semanas serán clave para determinar si estas tensiones se resuelven de manera pacífica o si, por el contrario, el Congreso Nacional se sumerge en una crisis política de consecuencias impredecibles.
