Tegucigalpa, Honduras.- Los precandidatos presidenciales recorren los 298 municipios de Honduras en busca de persuadir a los votantes. Llegan cargados de promesas, y algunos incluso optan por viajar en helicóptero para evitar las deterioradas calles que, a pesar de sus compromisos, nunca han pavimentado.

La carrera por la silla presidencial está en marcha, y los precandidatos buscan asegurar su candidatura dentro de sus respectivos partidos. Sin embargo, un análisis del Equipo de Datos de ICN, basado en cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), identificó cuatro municipios clave que podrían ser determinantes para lograrlo.

El CNE proporcionó al Equipo de Datos de ICN la distribución de los 5,879,639 ciudadanos habilitados para votar en las elecciones primarias del próximo 9 de marzo, lo que permitió identificar los municipios estratégicos que los precandidatos deben ganar para asegurar su elección.

El Distrito Central (DC), que alberga la capital de Honduras en el departamento de Francisco Morazán, es el municipio con la mayor carga electoral: 826,499 votantes habilitados para sufragar en las primarias de 2025.

San Pedro Sula, en el departamento de Cortés, ocupa el segundo lugar con 518,266 electores registrados, según el CNE.

Choloma, con 150,524 votantes; Danlí, con 142,011; y El Progreso, con 134,066, son otros municipios que podrían ser clave para que los precandidatos presidenciales logren la nominación dentro de sus partidos.

Los alcances de la carga electoral por municipio

No obstante, también hay factores que influyen en la determinación de cuáles municipios son clave para los precandidatos presidenciales del Partido Nacional, Partido Liberal y Libertad y Refundación (Libre).

Esto se debe a que cada partido ha  requerido una cantidad distinta de votos para definir su candidatura presidencial. De acuerdo con el último proceso electoral primario de 2021, el voto duro de cada partido varía, por lo que podrían enfocarse en municipios estratégicos.

Por ejemplo, el Equipo de Datos de ICN, con información del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE) y del actual Consejo Nacional Electoral, muestra que en las elecciones primarias de 2017 y 2021, Xiomara Castro, precandidata de Libre, necesitó poco más de 400,000 votos para resultar ganadora.

En 2017, Castro obtuvo 401,474 votos, superando a sus contrincantes internos Nelson Ávila y Rasel Tomé.

En 2021, en las primarias de Libre, volvió a imponerse con 404,238 votos.

Para el nuevo proceso primario de 2025, y considerando las tendencias anteriores en las elecciones primerias de Libre, los precandidatos Rixi Moncada y Rasel Tomé necesitarían superar los 400,000 votos para obtener la candidatura.

Aquí es donde entra en juego la importancia de la carga electoral de cada municipio y su impacto en el proceso electoral. Si un precandidato logra persuadir a la mayoría de los votantes de un municipio con alta carga electoral, podría asegurarse la nominación.

Por ejemplo, solo con los votantes del Distrito Central, cualquier precandidato de Libre o del Partido Liberal podría asegurarse la candidatura, ya que en procesos anteriores estas instituciones han registrado menos de 700,000 votos en total, mientras que el DC cuenta con 826,499 votantes.

Por otro lado, el Partido Nacional ha logrado en los últimos procesos electorales primarios más de un millón de votos cuando Juan Orlando Hernández fue precandidato.

"Si un precandidato logra ganar en el Distrito Central o en San Pedro Sula, prácticamente tiene más del 90% de probabilidades de ser el candidato, ya que en estas dos ciudades se concentra alrededor del 50% de la población. De esta manera, quien obtenga una elevada cantidad de votos en estas localidades solo necesitaría sumar lo que consiga en los demás departamentos", analizó Agusto Aguilar, expresidente del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Por ello, es clave que los precandidatos presidenciales demuestren su capacidad para captar votos en los municipios con mayor carga electoral.