Nueva York.- Como es habitual, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue el primero en hablar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Tras los discursos del secretario general, António Guterres, y de Philémon Yang, presidente del 79º período de sesiones, Lula saludó a la delegación de Palestina, mientras omitió comentar sobre el fraude electoral en Venezuela, liderado por Nicolás Maduro.

Lula abordó los conflictos en el mundo, haciendo énfasis en el calentamiento global y los desastres naturales, como incendios e inundaciones, que afectan a su país.

Además, se refirió a la situación en Gaza, calificándola como una de las peores crisis humanitarias de la historia reciente, que se está extendiendo al Líbano. Expresó: “Lo que comenzó como un acto terrorista de fanáticos contra israelíes inocentes se ha transformado en un castigo colectivo a los palestinos”.

Reflexiones de Lula sobre américa latina

Sin hacer referencia directa al fraude de Maduro, Lula analizó la situación de América Latina, mencionando que la región ha estado viviendo una “segunda década perdida” desde 2014, caracterizada por un bajo crecimiento y altos niveles de desigualdad. También cuestionó la inclusión de Cuba en la lista de países que promueven el terrorismo y abogó por acciones urgentes para restaurar el orden democrático en Haití.

La Cumbre del futuro

La Cumbre del Futuro se inauguró en la sede de la ONU en Nueva York, donde se aprobó el Pacto para el Futuro. Los líderes mundiales se enfrentan al desafío de colaborar, no solo en temas actuales, sino también en la modernización de las instituciones establecidas tras la Segunda Guerra Mundial, para que puedan afrontar los problemas emergentes del futuro.

El secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó esta convocatoria el año pasado, avisando sobre la supervivencia del planeta y de la humanidad, instando a un nuevo compromiso con el multilateralismo y a reformar la obsoleta arquitectura mundial.

Intervención del presidente de Colombia

Entre los oradores de esta semana, se destacó la intervención del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien lanzó severas críticas hacia Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, por la situación en Gaza. Petro calificó a Netanyahu de “criminal”, afirmando que es un “héroe para el 1 por ciento de la humanidad” debido a las devastadoras consecuencias de los bombardeos.

Petro se refirió brevemente a Venezuela, destacando que “la poderosa oligarquía global permite que se lancen bombas o se bloqueen económicamente a países rebeldes como Cuba o Venezuela”. También habló sobre la evolución del concepto de socialismo, sugiriendo que “la bandera roja” ahora debería ser “de todos los colores”.

La llamada a la democracia por Guatemala

César Bernardo Arévalo de León, presidente de Guatemala, utilizó su discurso para rechazar la represión y abogar por los principios democráticos en Venezuela y Nicaragua. Subrayó la necesidad de garantizar la libertad, la dignidad y la prosperidad equitativa.

Compromiso de EE. UU. con la democracia en Venezuela

En su último discurso ante la Asamblea, el presidente de EE. UU., Joe Biden, abordó diversos problemas globales, haciendo hincapié en el fraude electoral en Venezuela. Biden mostró solidaridad con aquellos ciudadanos que luchan por un cambio, afirmando: “El mundo sabe la verdad”.

Aprobación del Pacto de Futuro

Finalmente, la Asamblea General aprobó el principal documento final de la cumbre, el “Pacto de Futuro”, un ambicioso plan de 42 páginas diseñado para enfrentar desafíos globales como conflictos, cambio climático, inteligencia artificial y la reforma de las instituciones mundiales. Este pacto fue adoptado con un fuerte apoyo, votándose 143 a favor, 7 en contra y 15 abstenciones, aunque se rechazaron enmiendas propuestas por Rusia que buscaban diluir su contenido. Su impacto dependerá de la implementación por parte de los 193 países miembros de la Asamblea.