El arzobispo de Tegucigalpa recordó que la Navidad es el encuentro más grande de la historia donde lo divino y lo humano se abrazan. (Foto: EFE)

El arzobispo de Tegucigalpa recordó que la Navidad es el encuentro más grande de la historia donde lo divino y lo humano se abrazan.

El arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, durante la homilía de este domingo invitó a los hondureños a visitar a familiares y amigos, incluso a aquellos que no quieren ser visitados.

En una época en la que con motivo de la natividad del Jesús, somos visitados por Dios, Monseñor refirió que el gozo de la de la Navidad se comparte cuando nosotros visitamos a otros.

“¿A qué persona o familia puedo visitar esta Navidad que hace tiempo no he visto? ¿Quién no espera mi visita, pero se alegrará de que me acerque a él? ¿Quién no puede visitarme a mí, o no quiere, pero yo sí debo ir a visitarle?”, reflexionó.

“Estamos ya en la víspera de Navidad, todo está dispuesto externamente, ¿lo estamos también internamente? Ante la visita de Dios mismo, se nos invita a no tener miedo, sino a compartir con María la alegría de la Navidad porque Dios está muy cerca”, añadió Nácher durante su homilía.

El arzobispo de Tegucigalpa recordó que la Navidad es el encuentro más grande de la historia donde lo divino y lo humano se abrazan, aunque señaló que esto puede producir conciencia de pequeñez e indignidad.

“Y como este mundo lo pequeño lo manipula, entonces, si falta la fe, tenemos miedo a que Dios actúe así con nosotros”, reflexionó.

La Navidad nos debe de impulsar a la búsqueda común de la justicia y la paz

El sacerdote de la Iglesia Católica, recordó que Dios se ha hecho solidario con todos y cada uno de nosotros. (Foto: cortesía)

Por su parte, el padre Antonio Salinas, recordó que el país ha estado polarizado, pero la Navidad del Señor Jesucristo es una oportunidad para reflexión, unidad y paz en Honduras.

El padre Tony, como es conocido, recordó que, en el nacimiento de Jesús, en los corazones de cada ciudadano se puede encontrar el amor del Padre.

La Natividad, es una oportuna posibilidad para estrenar con un decidido empeño los valores que hagan de Honduras un país siempre de cara aún mañana provisor.

“Por eso la Navidad nos debe de impulsar a la búsqueda común de la justicia, de la paz, pero sobre todo de la solidaridad”, sostuvo.

El sacerdote de la Iglesia Católica, recordó que Dios se ha hecho solidario con todos y cada uno de nosotros.

Por ello deseo que sea el Padre que “nos conceda también la alegría y el gozo de entender que Honduras, nos necesita a todos y todos podemos y debemos ser protagonistas e instrumentos de paz de concordia de reconciliación en un país a veces polarizado”.

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