Washington, Estados Unidos.- El presidente Donald Trump ha reforzado el control de Estados Unidos sobre América Latina a través de lo que analistas han denominado la “Doctrina Donroe”, un enfoque que premia a los aliados y castiga a los rivales políticos en la región. Esta estrategia ha trastocado la política internacional, concentrando la atención estadounidense en su propio hemisferio.

Una política pragmática en el hemisferio occidental

Trump inició el año con declaraciones audaces, incluyendo la intención de tomar control de puntos estratégicos como el Canal de Panamá y renombrar el Golfo de México. Además, Estados Unidos aplicó sanciones, aranceles punitivos y campañas de presión sobre gobiernos que no se alinean con Washington. Según Mauricio Claver-Carone, enviado especial para América Latina, “no se puede ser la potencia global preeminente si no se es la potencia regional preeminente”.

Recompensas y sanciones para consolidar influencia

El enfoque pragmático de Trump ha buscado obtener beneficios claros: recursos naturales, posiciones estratégicas y mercados lucrativos. Gobiernos que cooperan reciben apoyo económico o diplomático, como en el caso de Argentina, donde el presidente Javier Milei fue beneficiado con un rescate de 20.000 millones de dólares. Por el contrario, líderes que no colaboran, como Nicolás Maduro en Venezuela o Gustavo Petro en Colombia, enfrentan sanciones y presión militar o económica.

Presencia militar y control estratégico

La Casa Blanca ha reforzado la presencia militar en la región, con más de 15.000 soldados desplegados y acciones contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico. Esto, junto con sanciones y negociaciones estratégicas, busca asegurar que los gobiernos aliados mantengan alineamiento con los objetivos de Washington. La influencia se extiende también a acuerdos comerciales y cooperación con países como El Salvador, Ecuador y Guatemala.

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La política de Trump ha generado cambios significativos: Bolivia terminó un gobierno de izquierda, Chile podría elegir un presidente de derecha y Brasil enfrenta negociaciones directas con Washington tras sanciones impuestas a su gobierno. Sin embargo, México y Canadá han logrado mantener su independencia, equilibrando cooperación y firmeza frente a la administración estadounidense.

En síntesis, la “Doctrina Donroe” representa un intento de Trump por consolidar la hegemonía de Estados Unidos en el hemisferio occidental, utilizando una combinación de incentivos, sanciones y presencia militar, con un impacto directo en la política interna de varios países latinoamericanos.