Informe Consejo Noruego
La violencia, la pobreza, el cambio climático y la migración forman los cuatro pilares de la crisis más profunda en Honduras, según el Consejo Noruego para los Refugiados. En su informe “¿Qué está pasando en Honduras?”, los expertos alertan sobre los efectos de una desestabilización social que, solo en 2023, cobró la vida de 380 personas, un promedio de una víctima diaria, siendo la mayoría jóvenes entre 18 y 30 años.

La violencia, la pobreza, el cambio climático y la migración forman los cuatro pilares de la crisis más profunda en Honduras, según el Consejo Noruego para los Refugiados. En su informe “¿Qué está pasando en Honduras?”, los expertos alertan sobre los efectos de una desestabilización social que, solo en 2023, cobró la vida de 380 personas, un promedio de una víctima diaria, siendo la mayoría jóvenes entre 18 y 30 años.

1. La violencia generalizada amenaza a la población

La violencia en Honduras se manifiesta a través de la explotación, el reclutamiento forzado por bandas armadas, la violencia sexual y las amenazas. Muchos hondureños se ven obligados a abandonar sus hogares o buscar refugio en el extranjero. Las bandas criminales y el crimen organizado representan una amenaza constante, impidiendo que la población lleve una vida normal y circule con libertad.

Aunque las estadísticas de homicidios han mostrado una leve disminución, la tasa en 2022 fue de 31 por cada 100,000 habitantes, resultando en un promedio de 253 asesinatos mensuales. Las mujeres y los jóvenes enfrentan un riesgo elevado: en 2023, el 38% de los asesinados fueron jóvenes. Una mujer refugiada expresó su deseo: “Sueño con vivir una vida normal, en paz.

2. Miles de migrantes atraviesan Honduras rumbo a Estados Unidos

Honduras, por su ubicación estratégica, actúa como un corredor para miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Muchos de ellos viven en condiciones extremas de vulnerabilidad. En el tercer trimestre de 2023, más de 6,000 personas cruzaron diariamente las fronteras hacia Honduras. A lo largo del año, más de 506,000 migrantes de 110 nacionalidades diferentes ingresaron al país en situación irregular, sobrecargando los sistemas nacionales y las organizaciones humanitarias.

3. La sequía y los huracanes amenazan la estabilidad

El cambio climático golpea con fuerza a Honduras, provocando inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra que destruyen cultivos y hogares. Más de un millón de personas viven en zonas de riesgo. El cambio climático también incrementa la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, afectando a las comunidades más vulnerables.

4. Pobreza, desigualdad e inseguridad alimentaria

La pobreza en Honduras es alarmante: el 60% de la población sobrevive con menos de 5.5 dólares al día, una de las tasas más bajas de la región. Además, más de dos millones de personas sufren de inseguridad alimentaria. La desigualdad y la pobreza, que son problemas históricos y estructurales, afectan de manera desproporcionada a mujeres y niños.

Desde 2014, el Consejo Noruego para los Refugiados ha trabajado para apoyar a las personas afectadas por la violencia y desastres naturales en Honduras. Hemos brindado ayuda a decenas de miles de personas, incluyendo refugiados internos y familias de acogida. A través de programas de protección, asesoramiento legal, educación y asistencia para asegurar medios de vida y vivienda, las personas que reciben ayuda pueden reconstruir sus vidas y recuperar el control de su futuro.

Una mujer que tuvo que huir por la violencia compartió su experiencia tras recibir apoyo: “Hoy tengo sueños y metas por las que estoy trabajando.” Este tipo de apoyo resulta crucial en un contexto donde la crisis se vuelve cada vez más insostenible.

por Tania