En diciembre de 2023, Brenda Lizeth Almendares se presentó a un centro de atención a menores ubicado en Tegucigalpa, exigiendo que le devolvieran a su hijo, el menor que permanecía bajo tutela de terceros desde que fue abandonado al año de nacimiento.

La mujer, madre biológica del niño, argumentó que el menor podía vivir junto a sus dos hermanos y padrastro, identificado este último como Elvin Alfredo Castro.

Sin embargo, meses después y gracias a una denuncia anónima, las autoridades intervinieron para recuperar al niño, luego de constatar que permanecía amarrado, tenía múltiples fracturas en piernas y manos, además de un notable deterioro a su salud producto de ingerir excremento y orines de gato, la única comida que se le proporcionaban.

La revisión médica también constató que el niño tenía lesiones por quemaduras en rostro, extremidades y lengua, además de fracturas provocadas con un martillo.

Una condena con guante de seda

La resolución del juez indica que Brenda Lizeth Almendares debe pagar una multa de 3.000 lempiras y una condena de cuatro años y seis meses de prisión, mientras que su esposo fue condenado a pagar una multa de 3,000 y dos años y diez meses de prisión, luego de ser encontrados culpables del delito de maltrato familiar agravado y lesiones.

Sin embargo, luego de someterse a un procedimiento abreviado y ser condenados a la pena mínima, ambos agresores están en libertad.

Los otros dos menores que la pareja cuidaba fueron reasignados a la tutela de un familiar; no se pudo determinar la razón de la zaña con la que actuaron contra el menor.