Tegucigalpa.- José Mario Pinto aparece en escena para atender a los medios de comunicación. Su rostro refleja seriedad y serenidad, pero también una carga emocional acumulada. Está listo para romper un silencio que lo tuvo “cabreado” durante mucho tiempo, marcado por la frustración y la impotencia.

A pesar de su buen nivel deportivo y de su espíritu de lucha con el Olimpia , Pinto no fue tomado en cuenta por el entonces técnico de la Selección de Honduras , Reinaldo Rueda . El 2025 fue un año especialmente duro para el volante olimpista: lesiones, falta de continuidad y la ausencia en la H lo dejaron golpeado anímicamente. Esta vez decidió alzar la voz y contar su versión, porque —como él mismo reconoce— el nudo en la garganta ya le estaba molestando.

Recordar a veces duele

“Lo hemos hablado con mis compañeros. Al final es la voluntad de Dios, pero en mis planos era que fuera un año súper lindo: clasificar al Mundial, jugar el torneo de Concacaf… Las lesiones y el tema de la Selección, al recordarlo, duelen. Ahora estamos enfocados en ser campeones el próximo año”, expresó Pinto.

En lo personal, explicó que atravesó un proceso físico complejo que condicionó su rendimiento.

“No me sentía bien esencialmente. Venía arrastrando una lesión en la espalda y eso provocó un inicio de pubalgia. He estado jugando y entrenando con dolor, estirando al límite. Ahora me siento mejor, pero eso sí me limitó”, confesó.

Uno de los momentos más tensos llegó cuando sintió que su profesionalismo estaba puesto en duda.

“En la Selección entrenaba bien”, dijo Pinto, mientras suspiraba y la garganta se le seca. “En una entrevista el profesor Reinaldo Rueda dijo que evaluaba la semana, y eso me molestó, porque yo era de los que mejor entrenaba. Se hizo referencia a que no entrenaba bien y eso sí me dolió”.

“Eran días difíciles”

El mediocampista también reconoció que el hecho de no ser legionario pudo pesar en las decisiones del cuerpo técnico.

“Quizá influyó que no estaba en el extranjero. Algunos compañeros me lo decían. Son decisiones de cada quien. Uno trataba de enfocarse a pesar de todo. Eran días difíciles, pero agradecía a Dios por estar ahí, por pelear ese sueño”, relató.

Pinto no ocultó que hubo momentos de quietud emocional.

“Había días en los que no quería nada, eran bien difíciles. Mis compañeros me apoyaron, pero yo quería que Honduras fuera al Mundial, aunque este señor no me tomara en cuenta”, dijo con tono firme.

Pese al dolor, el volante olimpista asegura que nunca dejó de creer: “Seguí trabajando con fe, con dolor y con tristeza. Y seguiré trabajando, porque para mí es un sueño estar en la Selección”, añadió.

Finalmente, dejó claro que su presente y su mente están con el club.

“De momento tengo contrato con el equipo y mi mentalidad está puesta aquí. Vamos a ver qué pasa, pero estoy enfocado y con muchas ganas de jugar la Concachampions “, concluyó José Mario Pinto.

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