Tegucigalpa, Honduras. – La sesión legislativa de la noche de ayer miércoles en el Congreso Nacional (CN) tomó un giro inesperado cuando diputados de oposición, de manera irresponsable, abandonaron sus puestos de trabajo, dejando el camino libre para que la junta directiva iniciara el tercer debate para la aprobación de la polémica Ley de Justicia Tributaria.

No obstante, al filo de un “madrugón”, las bancadas opositoras —a través de llamadas y mensajes de WhatsApp— alertaron a los congresistas que ya se habían marchado a sus viviendas para que regresaran al hemiciclo.

Pues a las 10:30 de la noche, el oficialismo contaba con la mayoría simple (la mitad más uno) respecto al quórum para avanzar con la discusión y posible aprobación de la ley.

A esa hora, el PN tenía menos de 20 congresistas de los 43 que conforman la bancada, y los liberales ni siquiera llegaban a la decena, dándole completo poder a Libre.

A pesar de haber abandonado previamente el CN de forma irresponsable, diputados de las bancadas del Partido Nacional y del Partido Liberal denunciaron que el procedimiento iniciado por la directiva era irregular, ya que no se seguía el método tradicional de aprobación por artículos, sino por capítulos, es decir, bloques completos del proyecto de ley.

“Este paquetazo tributario que viene contra el pueblo hondureño no tiene nombre”, lamentó Antonio Rivera Callejas, congresista del Partido Nacional.

El presidente del Congreso, Luis Redondo, intentó aprovechar la ausencia momentánea de las bancadas opositoras para avanzar en la aprobación de la normativa. Sin embargo, estas regresaron antes de que finalizara la sesión, revirtieron la mayoría y bloquearon el proceso.

Con el quórum en contra, Redondo se vio obligado a suspender la sesión y reprogramar el debate para las 10:00 de la mañana de este jueves. La jornada estuvo marcada por momentos de tensión entre las distintas fuerzas políticas y generó nuevos cuestionamientos sobre la transparencia del proceso legislativo.

La Ley de Justicia Tributaria, en discusión desde 2023, sigue generando preocupación entre distintos sectores. Entre sus principales disposiciones se encuentran la eliminación de exoneraciones fiscales, la adopción de un régimen de renta mundial, la creación de nuevos tributos y la adhesión de Honduras a convenios multilaterales en materia tributaria.

Estos puntos han sido duramente criticados por empresarios, economistas y algunos sectores políticos por su posible impacto negativo en la economía nacional.