Instituto Nobel expuso víctimas emblemáticas de la represión en Venezuela
Oslo, Noruega.- El Instituto Nobel puso rostro a las víctimas de la dictadura venezolana durante la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025. Su presidente, Jørgen Watne Frydnes, relató casos de desapariciones, torturas y persecución política que reflejan la profundidad de la crisis bajo Nicolás Maduro.
Uno de los ejemplos más impactantes fue el de Samantha Sofía Hernández, una adolescente de 16 años secuestrada por fuerzas de seguridad. Su padre también desapareció en enero. Según Frydnes, el régimen castiga a familias completas cuando algún miembro se niega a reprimir.
El Comité mencionó además el caso del dirigente opositor Juan Requesens, expuesto en público tras una confesión forzada, y la reciente muerte del político Alfredo Díaz en el centro conocido como El Helicoide. Estos episodios, afirmó, muestran el carácter sistemático de los abusos.
Frydnes alertó sobre el trato brutal a menores. Más de 200 niños fueron detenidos tras las elecciones de 2024. Algunos sufrieron asfixias, descargas eléctricas, violencia sexual y celdas heladas. Un adolescente volvió a casa tan lastimado que no podía abrazar a su madre.
El Instituto describió a Venezuela como un Estado autoritario sin garantías básicas. Señaló que el hambre y la impunidad conviven con la corrupción de una élite protegida por el poder. También denunció que Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbollah proveen herramientas que hacen al régimen “más robusto y más brutal”.
Frydnes destacó, sin embargo, la resistencia de la sociedad venezolana. Mencionó a estudiantes, periodistas y activistas que se mantienen firmes pese al costo personal. Reconoció el liderazgo de María Corina Machado, premiada por impulsar una transición pacífica y apoyar al presidente electo Edmundo González Urrutia.
El Comité criticó además la indiferencia internacional. Señaló que muchos gobiernos interpretan la crisis con sesgos ideológicos y no escuchan a quienes sufren en Venezuela. Subrayó que la violencia no proviene de la oposición, sino de quienes se aferran al poder.
El discurso cerró con un llamado directo: Maduro debe aceptar los resultados electorales y renunciar. Frydnes homenajeó a los desaparecidos, a los torturados y a quienes, desde la oscuridad, “mantienen viva la esperanza de una Venezuela democrática”.