Todos somos corresponsables en la construcción de una sociedad que sepa incluir, integrar y levantar a los que han caído o están sufriendo, reflexionaron los obispos de Honduras. (Foto: cortesía)

Todos somos corresponsables en la construcción de una sociedad que sepa incluir, integrar y levantar a los que han caído o están sufriendo, reflexionaron los obispos de Honduras.

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), exhortaron hoy a todos los sectores de la sociedad a caminar juntos y pidieron menos divisiones para sacar adelante el país.

En ese sentido, a través de un comunicado titulado: “Todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo”, los obispos de Honduras reflexionaron sobre la sinodalidad y concluyeron que hoy más que nunca estamos llamados a ser sal y luz del mundo.

En un mensaje leído por el vocero de la CEH, sacerdote Juan Ángel López, subrayó que la misión de la Iglesia es la salvación, no la condenación, frente a los problemas sociales derivados de la crisis económica, la violencia, la corrupción y la impunidad.

Enfatizó que “la salvación es también para los migrantes, los indígenas, los afroamericanos, los jóvenes, los niños, las mujeres, los campesinos, los privados de libertad, etc.”.

En este contexto, señaló que todos los bautizados tienen la responsabilidad de colaborar incansablemente para proclamar el Evangelio de Cristo y los valores de la sociedad.

Asimismo, indicó que el Sínodo de la Sinodalidad que está celebrando la Iglesia debe motivar a la reflexión sobre la necesidad de la conversión para alcanzar la unidad y la hermandad, fomentando la participación responsable y consciente, así como impulsando la labor misionera.

“Inspirados y movidos por el espíritu del Sínodo, exhortamos a todos los hondureños a ‘caminar juntos’, en todos los sectores de la sociedad, a fin de sacar adelante al país, más unidos y con menos divisiones”, expresó López.

Todos somos corresponsables en la construcción de una sociedad que sepa incluir, integrar y levantar a los que han caído o están sufriendo, reflexionaron los obispos de Honduras.

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