Honduras: un país atrapado en la desigualdad y la pobreza
by Redacción Web |
Honduras se enfrenta a retos profundos y persistentes en términos de pobreza, desigualdad y acceso a la protección social, como destaca el reciente informe de la CEPAL. A pesar de ciertos avances en la implementación de políticas sociales, las brechas estructurales y la alta vulnerabilidad de la población evidencian que el país necesita un enfoque más integral y transformador para abordar estos problemas.
La pobreza sigue siendo una de las heridas abiertas más visibles en el panorama hondureño. Según el informe, Honduras es uno de los pocos países de América Latina donde los indicadores de pobreza extrema y pobreza general han aumentado en comparación con los niveles previos a la pandemia. Esto no solo refleja la debilidad de la economía nacional, sino también la falta de estrategias robustas que enfrenten las desigualdades históricas y estructurales que atraviesan al país.
El sistema de protección social no contributiva ha sido crucial para amortiguar, aunque de forma limitada, los efectos de la pobreza extrema. Transferencias monetarias y pensiones no contributivas han ayudado a sostener a los sectores más golpeados, pero el nivel de cobertura y la suficiencia de estas medidas no son suficientes. Estas políticas todavía no logran cerrar las brechas entre los distintos grupos sociales, dejando a amplios sectores de la población en la incertidumbre. El acceso a estas prestaciones sigue marcado por la desigualdad, con diferencias claras entre áreas rurales y urbanas, niveles de ingreso y grupos de edad.
La falta de capacidad institucional es otro obstáculo fundamental. La CEPAL subraya la urgencia de fortalecer los sistemas de registro social para identificar con mayor precisión a quienes necesitan ayuda y garantizar la asignación eficaz de recursos. Sin un fortalecimiento de las capacidades técnicas, operativas y financieras del Estado, cualquier esfuerzo por mejorar la protección social corre el riesgo de diluirse en buenas intenciones sin resultados concretos.
Además, el informe pone sobre la mesa una cuestión que pocas veces recibe la atención adecuada: la desigualdad de género en Honduras. Las mujeres soportan la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado, lo que profundiza su exclusión de los sistemas de protección social y limita sus oportunidades laborales. Este círculo vicioso perpetúa la desigualdad y exige una respuesta política urgente para redistribuir estas cargas y promover su plena inclusión.
La CEPAL plantea que la salida de este laberinto pasa por construir un sistema de protección social verdaderamente universal, resiliente y sostenible. Esto incluye garantizar una cobertura más amplia, mejorar la calidad de las prestaciones y asegurar la sostenibilidad financiera de los programas sociales. También se requiere articular políticas intersectoriales que permitan abordar de manera integral los desafíos del país, desde la pobreza hasta el cambio climático.
El informe no solo diagnostica las fallas, sino que también traza un camino: Honduras necesita priorizar la inversión en políticas sociales, no como un gasto sino como una herramienta estratégica para construir una sociedad más equitativa y cohesionada. Esto implicará tomar decisiones valientes, fortalecer alianzas y poner a las personas en el centro de cualquier agenda de desarrollo. En un país donde las brechas estructurales son tan profundas, la protección social no es un lujo, es una necesidad urgente.
Mapa de pobreza extrema y pobreza general (Mapa I.1)
Honduras tiene una de las tasas más altas de pobreza extrema y pobreza general en América Latina. En varias de sus regiones administrativas, el porcentaje de población en pobreza extrema supera el 25%, un indicador que lo coloca en los niveles más críticos de la región. Esta realidad refleja una desigualdad estructural donde los servicios básicos y las oportunidades económicas no logran alcanzar a una gran parte de la población, especialmente en áreas rurales.
Distribución de pobreza por grupos de edad (Gráfico I.12)
Honduras lidera el listado de países con mayor porcentaje de población en situación de pobreza. Un 66.8% de los niños y adolescentes de entre 0 y 17 años viven en pobreza, lo que evidencia una generación en riesgo de perpetuar los ciclos de pobreza por falta de acceso a educación, salud y oportunidades económicas. En el caso de los adultos jóvenes (18-59 años), la cifra también es alta, alcanzando el 60.2%. La situación de los adultos mayores es grave, pero ligeramente mejor en comparación a otros grupos de edad.
Pobreza por género y feminidad de la pobreza (Gráfico I.9)
El análisis de género es revelador: las mujeres hondureñas enfrentan niveles de pobreza significativamente más altos que los hombres, con un índice de feminidad que supera el 130. Esto indica que las mujeres no solo son más vulnerables a caer en pobreza, sino que tienen menos oportunidades para salir de ella debido a barreras estructurales, como el acceso limitado al mercado laboral y la sobrecarga de trabajo no remunerado.
Comparación de pobreza extrema y pobreza general 2014-2023 (Gráfico I.6)
Honduras presenta las cifras más altas tanto en pobreza extrema como en pobreza general entre 2014 y 2023. Aunque se observan ligeras disminuciones en ambos indicadores, los avances son marginales en comparación con la magnitud del problema. En 2023, más del 20% de la población vive en pobreza extrema, mientras que más del 50% se encuentra en pobreza general, posicionando al país como uno de los más rezagados en la región.
Trabajo doméstico y cuidados no remunerados (Gráfico 6)
En Honduras, el 75.4% de las mujeres entre 15 y 65 años están fuera del mercado laboral debido a su dedicación exclusiva al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. Esto representa la cifra más alta de América Latina, reflejando una desigualdad de género profundamente arraigada. Los hombres, en contraste, apenas representan un 9.1% en esta categoría, lo que subraya la necesidad de políticas públicas que redistribuyan equitativamente las responsabilidades de cuidado.
Tendencias de pobreza extrema y pobreza general (Gráfico 3)
El gráfico histórico de pobreza extrema y general evidencia que, aunque en América Latina se han reducido ambos indicadores desde 1990, Honduras no sigue la misma tendencia. Las proyecciones para 2024 muestran que la pobreza extrema en el país se mantendrá por encima del promedio regional, consolidando un panorama de exclusión social que afecta a la mayoría de su población.