TEGUCIGALPA.- El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) alerta que los roces entre poderes del Estado, la parálisis legislativa y el debilitamiento del sistema electoral están generando una atmósfera de alto riesgo para el país.

La persistente crisis institucional en Honduras debilita la confianza de inversionistas y organismos internacionales.

Este entorno de fragilidad institucional impacta directamente en la economía: la fuga de inversiones, el encarecimiento del crédito externo y la reducción del espacio fiscal para el Gobierno son ya una realidad.

Según el análisis de FOSDEH, estos factores no son decorativos, sino determinantes para la sostenibilidad de la deuda pública y el control del gasto.

Informe

El informe señala que la credibilidad fiscal no solo depende de cifras macroeconómicas, sino de la solidez de los contrapesos democráticos y la capacidad del Estado para gobernar de forma transparente, independiente y eficiente. Cuando esos pilares se erosionan, se pone en riesgo la autonomía financiera de la nación.

Para contrarrestar esta tendencia, FOSDEH propone un enfoque de cooperación internacional que vaya más allá de la asistencia tradicional.

Es imprescindible que los desembolsos y los proyectos de desarrollo se condicionen al fortalecimiento institucional, con mecanismos claros de rendición de cuentas y participación ciudadana.

Retos

Honduras enfrenta, por tanto, una doble encrucijada: recuperar la gobernabilidad democrática y consolidar un marco fiscal creíble.

Si no se actúa con rapidez y decisión, el país podría ver una mayor fuga de capitales, un aumento del costo del endeudamiento y una mayor carga para su población.

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