Honduras ocupa la posición 157 de 180 estados, superado a nivel de Latinoamérica, por Nicaragua, Haití y Venezuela como los países más corruptos de la región.

El Índice de Percepción de Corrupción (IPC) en Honduras se mantiene estancado desde el año 2021. Es decir, en los últimos meses la lucha contra la corrupción no ha tenido mejoras, según el informe “Estado de País: Transparencia, en espera de resultados” presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa.

Por segundo año consecutivo, Honduras se mantuvo en el ranking del IPC, con una calificación de 23 sobre 100 puntos, en donde demuestra ser uno de los países con menos transparencia de Centroamérica.

Es decir que ocupa la posición 157 de 180 estados, solo superado a nivel de Latinoamérica por Nicaragua, Haití y Venezuela.

Entre los factores que han obstaculizado los avances del actual gobierno en la lucha contra la corrupción, el organismo de la sociedad civil señaló que, pese a que no todo fue malo, como la derogación de la Ley de Secretos, por otro lado, se aprueba la Ley de amnistía política que benefició a un grupo de políticos involucrados en actos de corrupción del 2006 al 2009.

A ello se suma la mala percepción que dejó el proceso de selección de las y los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en donde según el ente veedor, hubo repartición política, lo que empaño la labor que realizó la Junta Nominadora.

Asimismo, lamenta la deuda pendiente que mantiene el gobierno de la presidenta Castro, con la población hondureña en relación a la llegada de la Comisión Internacional contra la Corrupción (CICIH). Y los diputados continúan administrando fondos públicos.

De acuerdo con el Capítulo de Transparencia Internacional en Honduras, el país continuo entre los más corruptos de la región, estancado en el penúltimo lugar de Centroamérica en el IPC. Muestra de esto es que, por más de 10 años, Honduras no ha logrado acceder a los fondos de la Cuenta del Milenio por no controlar la corrupción. De los siete indicadores relacionados con ella, el país solo aprueba dos.

La percepción de corrupción en las instituciones permanece arraigada. Según el sondeo de opinión pública de ERIC-SJ, en 2022, dos de cada tres hondureños percibieron que hubo «mucha» corrupción en los partidos políticos y el Congreso Nacional.

Por otra parte, la investigación penal se encuentra debilitada para responder a los altos niveles de corrupción, centrada en la judicialización de delitos menores y pocos delitos de gran corrupción. De las 16,071 denuncias por actos de corrupción recibidas de 2018 a 2022, sólo 0.8 % llegaron a juicio oral y público.

La falta de transparencia y rendición de cuentas también se ve reflejada en malas prácticas como la contratación basada en el color político, elección ilegal de altas autoridades (Procuraduría General de la República) y el manejo de fondos por los diputados.

Voluntad política y reformas estructurales

“Se requiere de mayor voluntad política desde el Poder Ejecutivo y Legislativo para impulsar y realizar reformas legales que posteriormente se materialicen en cambios estructurales en el país, para fomentar la transparencia y la lucha contra la corrupción e impunidad de manera integral”, apuntó Juan Carlos Aguilar, subdirector de Transparencia y Democracia de la ASJ.

El gobierno de la presidenta Xiomara Castro, tiene arduo trabajo para recuperar la confianza de los jóvenes, quienes respaldaron su propuesta de campaña apostándole a un cambio, pero que a la fecha se han visto defraudados por las promesas de campaña incumplidas mencionó Aguilar.

“Esperemos que en lo que queda de gobierno se pueda recuperar la confianza, porque si el gobierno avanza, Honduras avanza, nosotros no esperamos que la administración de Castro fracase, por el contrario, por ello coordinamos estos espacios de dialogo para enviar un mensaje con datos para materializar una solución” agregó.

Por otro lado, el director de Transparencia y prevención de la Corrupción de la Secretaría de Transparencia, Jorge Arturo Reina que la dependencia que él representa cuenta con varias visiones para hacer efectiva la prevención de la corrupción en el país.

Desde la Secretaría de Transparencia se trabaja a través de la Oficina Nacional de Desarrollo Integral del Control Interno (ONADICI), fundamental para evitar que “en arca abierta, hasta el justo peque”, dijo Reina.

Otra estrategia es la que tiene que ver con las compras públicas, para poder regularlas porque con la experiencia mundial se sabe que es a través de dicho proceso donde se fugan más recursos públicos. Además, se trabaja con la modernización y escuela de gobierno abierto.