El Salvador experimenta una notable disminución en sus exportaciones, registrando una caída del 5,3% en el periodo de enero a mayo de 2024 en comparación con el mismo lapso del año anterior.

Esta reducción equivale a una pérdida de más de 151 millones de dólares, de acuerdo con los últimos datos proporcionados por el Banco Central de Reserva (BCR).

Durante los primeros cinco meses de 2024, las exportaciones salvadoreñas disminuyeron de 2,850.4 millones de dólares en 2023 a 2,699.1 millones de dólares.

Este descenso refleja los desafíos económicos que enfrenta la nación centroamericana en un contexto global complejo.

Principales mercados

Estados Unidos continúa siendo el principal mercado para los productos salvadoreños, adquiriendo bienes y servicios por valor de 940.6 millones de dólares.

Le siguen Guatemala y Honduras, con importaciones de 511.6 y 401 millones de dólares respectivamente, lo que demuestra la importancia de las relaciones comerciales dentro de la región centroamericana.

Los sectores más afectados incluyen la industria de la maquila, destacándose las exportaciones de camisas y suéteres, que suman 237.7 y 148 millones de dólares respectivamente.

La exportación de azúcar de caña también mostró cifras significativas, alcanzando los 188.6 millones de dólares.

Este retroceso en la economía ocurre en un momento político crucial, justo después de que Nayib Bukele asumiera su segundo mandato presidencial el pasado 1 de junio, desafiando la prohibición constitucional.

A pesar de celebrar mejoras en seguridad durante su primer periodo, el mandatario ha enfrentado críticas constantes por la falta de progreso en materia económica.

Bukele y su compromiso con la economía

En su reciente discurso de investidura, Bukele prometió «sanar» la economía salvadoreña, refiriéndose a la lucha contra la violencia de las pandillas como un «cáncer» superado.

Sin embargo, una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) revela que el 73.7% de los salvadoreños consideran que los problemas económicos son la mayor preocupación del país, y un 69.2% siente que su situación económica familiar ha empeorado o se ha mantenido igual.

Estos resultados subrayan la urgencia de adoptar medidas efectivas para revitalizar la economía y mejorar el bienestar de la población salvadoreña.

Con un segundo mandato en marcha, los ojos de la nación y de sus socios comerciales están puestos en las políticas económicas que el gobierno de Bukele implementará para revertir estas tendencias negativas.

Con información de Agencia EFE.