Kiev, Ucrania.- El cierre de Machu Picchu ilegal propuesto por el alcalde de Urubamba despertó alarma nacional. El burgomaestre sugirió clausurar la ciudadela por uno o dos meses desde enero de 2026. La idea creó incertidumbre en el turismo y en la economía del Perú.

Expertos explicaron que un municipio no tiene competencia para una medida de este alcance. La ley establece que el gobierno central, a través del Ministerio de Cultura, decide sobre el santuario. La norma exige coordinación con entidades regionales. Un alcalde distrital no puede hacerlo solo.

El profesor de Derecho André Sota advirtió que un cierre sin sustento técnico podría constituir usurpación de funciones. La propuesta reveló falta de conocimiento sobre la gestión del patrimonio cultural.

Impacto económico sería devastador

Machu Picchu es el principal motor turístico del Perú. Entre enero y septiembre de 2025 recibió más de un millón de visitantes. Según datos económicos, el 78% de ellos son extranjeros. Cada uno gasta entre USD 1.000 y 1.500. Un cierre significaría pérdidas mayores a USD 150 millones al mes.

La recuperación tampoco sería rápida. Los viajes internacionales se planifican con meses de anticipación. Un anuncio así afecta reservas y desincentiva a futuros visitantes.

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Líderes empresariales de Cusco recordaron que miles de familias dependen del turismo. Restaurantes, hoteles, comercios y transporte sufrirían un golpe directo. También señalaron fallas previas en la gestión local, como atrasos en la licitación de la vía Hiram Bingham.

Especialistas coinciden en que Machu Picchu necesita una gestión más ordenada. Piden un sistema único y eficiente para el control de tickets, buses y trenes. También recomiendan fortalecer la coordinación estatal y aplicar planes regionales ya existentes.

Aclaran que “ordenar el turismo” no requiere cerrar el santuario. La solución está en mejorar procesos, atraer inversiones y diversificar la oferta turística. Un cierre solo generaría pérdidas y dañaría la imagen del destino más emblemático del Perú.