Estados Unidos, adiós por la puerta de atrás de la Copa Davis
by Osiris Bardales |
Estados Unidos se marchó por la puerta de atrás de la Copa Davis, incapaz de superar los cuartos de final, tal y como sucedió hace una semana al equipo femenino en la Billie Jean King, eliminada inesperadamente por Eslovaquia.
A pesar de contar con, teóricamente, los equipos más potentes de los dos torneos, de disponer de la historia de su lado, ni en la Copa Davis ni en la Billie Jean King se aproximó a las previsiones y abandonaron la competición en el primer tramo, de mala manera.
En el torneo femenino, disputado hace una semana, Estados Unidos cayó en la eliminatoria previa a los cuartos de final, frente Eslovaquia.
Taylor Townsend, 69 del ránking individual y quinta en dobles, fue la única que cumplió. Pero su triunfo en dos mangas ante Renata Jamricheva, una desconocida en los torneos del circuito femenino que está incluida en el lugar 381 de la clasificación por 7-5 y 6-4 en una hora y 43 minutos, hizo que el desenlace posterior fuera aun más doloroso.
Porque con la serie encauzada Estados Unidos se hundió. Le hubiera bastado con que su número uno, Danielle Collins, undécima del mundo, hubiera vencido a Rebecca Sramkova que se hizo con el triunfo por 6-2 y 7-5 para dejar todo en manos del dobles definitivo.
Todo podía ocurrir llegada a esta situación y se firmó el desastre norteamericano cuando Ashlyn Krueger y Townsend perdieron frente a Viktoria Hruncakova y Tereza Mihalikova por 6-3, 3-6 y 10-8. El combinado europeo, que no esperaba la sorpresa, avanzó hacia la siguiente ronda y llegó, incluso, hasta la final, que perdió frente Italia.
Estados Unidos, a pesar de las ausencias de sus principales raquetas, como Coco Gauff, tercera del mundo o Jessica Pegula, octava y Emma Navarro, novena, acudió con un equipo de garantías que no pudo evitar alargar el maleficio.
La más laureada en el torneo con dieciocho trofeos, siete más que la República Checa, segundo, alarga su sequía a los diecisiete temporadas de vacío, desde que logró su último trofeo, en el 2017. Un año más tarde, en el 2018, llegó a la final. Pero perdió con las checas.
Una semana después, el conjunto masculino repitió lo mismo en la Copa Davis. Incapaz de ganar eliminatoria alguna, se marchó por la puerta de atrás superado por Australia que llegó a semifinales por tercer año seguido.
Una decisión incomprensible del capitán norteamericano, Bob Bryan, cambió de dirección del cuadragésimo octavo enfrentamiento entre las dos selecciones con más títulos de la historia del evento.
El responsable del combinado estadounidense, con Taylor Fritz como líder, cuarto del mundo y finalista en el torneo de Maestros de Turín, junto a Tommy Paul, duodécimo del ránking ATP, y Ben Shelton, vigésimo primero.
Pero, además, junto a ellos, todos fiables para los choques de singles, un dobles tan reputado como el de Austin Krajicek y Rajeev Ram, campeones olímpicos, verdugos en París 2024 de Rafael Nadal y Carlos Alcaraz.
Mientras Australia espera rival en semifinales, o Italia o Argentina, Estados Unidos hace las maletas enredado por determinaciones inesperadas de su capitán. De hecho, Bob Bryan había determinado a Krajicek y Ram para el dobles cuando hizo pública la alineación de la jornada.
Bastante sorpresa causó, de entrada, la designación de Shelton para ejercer de número dos a pesar de que su ránking es inferior al de Paul. Mayor extrañeza supuso la presencia de estos dos para sacar adelante el dobles ante un dúo reputado, considerado, como el oceánico tal y como evidenció el partido.
Pasará otro año más sin que Estados Unidos logre el título número 33. Es el más laureado del evento pero la sequía se alarga temporada tras temporada. Ya son diecisiete sin levantar la Ensaladera. Dieciséis sin lograr acceder, al menos, a semifinales. Se ha vuelto a quedar en cuartos de final el combinado norteamericano, otra vez gran decepción de la competición.