Esta fue la cadena de errores que marcó el retraso en la entrega de maletas electorales
Tegucigalpa. La demora en la entrega de maletas electorales en el Distrito Central durante las elecciones primarias involucra a varios actores con distintos grados de responsabilidad.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), las Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA.) y el proveedor de transporte encargado de movilizar los materiales incurrieron en una cadena de errores que derivó en que, casi al cierre de la jornada, miles de votantes en la capital no ejercieran el sufragio o lo hicieran tarde.
Fue una aciaga faena, marcada desde el inicio por un fallido proceso de contratación de la compañía Logística y Transporte, por parte del CNE, para movilizar las maletas desde el centro de operaciones instalado en el Instituto de Formación Profesional (Infop) hacia los centros de votación en Tegucigalpa, Comayagüela y sus aldeas.
La misión era entregar el material de 2,571 Mesas Electorales Receptoras en la capital, que representan un 10% de las 24,858 mesas a nivel nacional para que votaran los 800 mil ciudadanos habilitados en esta ciudad.
El CNE no ha especificado qué medidas de control interno aplicó para garantizar que la compañía cumpliera todos los requisitos ni si verificó cuántos vehículos tenía disponibles.
El número exacto de unidades necesarias para la distribución no ha sido informado, pero el proveedor no contaba con la cantidad suficiente para trasladar todo el inventario.
Por ello, el viernes, el gerente de Logística y Transporte, Carlos Fonseca, se comunicó con varios operadores de buses “rapidito” para alquilar sus vehículos a 5,000 lempiras por unidad, con el fin de usarlos en la distribución del material electoral, dijo un empresario del rubro.
Sin embargo, Fonseca no les informó de qué se trataba el servicio y solo los convocó para que sus buses estuvieran en el Infop a las 3:00 de la mañana.
Según Jorge Lanza, dirigente del transporte y uno de los empresarios subcontratados, “pensábamos que íbamos a trasladar personas, pero cuando llegamos al Infop nos dimos cuenta de que se trataba de las maletas”.
Lanza relató que, siguiendo las indicaciones de Fonseca, los conductores estacionaron sus unidades en el sitio convenido, pero luego se les pidió que abandonaran el lugar.
Aquí ocurrió otro error, pues se permitió la entrada de los buses al inmueble sin que ninguna autoridad verificara cuál era su propósito.

Cuando se acercaba la hora de inicio de la votación, a las 7:00 de la mañana, los buses fueron cargados y salieron, pero sin un destino específico.
“Nos dijeron que permaneciéramos cerca del Infop”, a la espera de instrucciones sobre dónde entregar las maletas.
Las Fuerzas Armadas incurrieron en otro fallo de procedimiento, pues permitieron la salida de los vehículos sin saber exactamente a dónde se dirigían, a pesar de que, por mandato constitucional, son responsables de la custodia de las maletas electorales.
Esta omisión provocó que una gran cantidad de buses “rapidito” saliera del Infop con las maletas y luego fueran vistos estacionados en colonias como El Hogar y Miraflores.
Mientras tanto, en los centros de votación, los electores expresaban su descontento ante la falta de material para sufragar.
Las horas transcurrían y los votantes denunciaban en medios de comunicación y redes sociales que no podían ejercer el voto, al tiempo que algunos “buses electorales” eran vistos circulando sin rumbo aparente por la ciudad.
En horas de la mañana, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Avilés, admitió que había retrasos en la entrega del material, pero lo atribuyó a problemas logísticos, sin entrar en detalles.
Minutos después, la comisionada presidenta del CNE, Cosette López, aseguró que la demora había sido deliberada y que llevaría a los responsables ante la Fiscalía.
Aunque no culpó directamente a las Fuerzas Armadas, insinuó que tenían cierto grado de responsabilidad, ya que la Constitución les asigna la custodia y el transporte de las maletas.
Pese a que en otras ocasiones el fiscal general, Johel Zelaya, se ha manifestado con firmeza sobre perseguir a quienes cometan delitos electorales, en esta ocasión guardó silencio.
Mientras los principales actores del proceso electoral evadían asumir responsabilidades, el malestar de los votantes seguía en aumento, pues se acercaban las 6:00 de la tarde, hora de cierre de las urnas, luego de que el CNE extendiera el horario en una hora más.
Cerca de las 5:00 de la tarde, Cosette López anunció en cadena nacional que los centros electorales donde aún hubiera personas en fila debían cerrar hasta las 9:00 de la noche.
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