Lady Di se ha convertido en un recuerdo imborrable: no solo por su historia, sino también por los looks que lució durante todo su periodo público.

La muerte de Diana de Gales conmocionó al mundo. Ya han pasado desde entonces 26 años. El 31 de agosto de 1997 fue uno de esos días que se quedan en la memoria no solo de los británicos, sino del mundo.

Para los británicos, Diana de Gales fue la princesa que rompió la distancia que los miembros de la familia real estaban acostumbrados a mantener con sus «súbditos» británicos.

Diana se acercaba a la gente, daba la mano, visitaba a los «sin techo», mientras que rompió el estigma del Sida de los pasados años ochenta al darle la mano a un enfermo.

Tras su matrimonio con el príncipe Carlos, Diana de Gales se convirtió en uno de los rostros más populares del planeta. Con 20 años protagonizó una boda de ensueño con el heredero al trono británico. Tuvieron dos hijos y un matrimonio turbulento. Se separaron 11 años después. 

Para entonces, Diana era ya un fenómeno mundial. Cercana y aclamada por el público, fue conocida como ‘la princesa del pueblo’. También, un icono de la moda y la embajadora de numerosas causas humanitarias. 

Según su biógrafo, Andrew Morton, Diana era «tremendamente popular». «Tenía una especie de carisma que atraía a la gente. También a la prensa», añade. 

A los 36 años, el 31 de agosto de 1997, murió en un accidente de tráfico en París cuando era perseguida por los paparazzi. Viajaba junto a su pareja, Dodi al-Fayed, que también perdió la vida en el suceso. El chófer fue declarado culpable por conducir ebrio y a gran velocidad. 

El trágico final hizo llorar a medio mundo. Su funeral fue multitudinario. Incluso la reina Isabel II abandonó sus vacaciones ante la presión popular. 

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