A través de su historia, nos invita a adentrarnos en el mundo de la danza, a desafiar nuestras propias limitaciones y apreciar la belleza y la expresión inherentes a cada movimiento

El apasionante mundo de la danza contemporánea conquistó el escenario y los corazones de los que entraron. En una entrevista exclusiva, tuvimos la oportunidad de conversar con Rafael Perdomo, un talentoso bailarín de danza contemporánea con 25 años de carrera.

Originario de El Salvador pero viviendo actualmente en Tegucigalpa, Rafael compartió con nosotros sus experiencias, desafíos y perspectivas sobre este estilo de baile que lo ha cautivado desde su juventud.

El comienzo de una pasión inesperada

Rafael nos contó que su incursión en la danza contemporánea fue una mera casualidad. Aunque de adolescente soñaba con convertirse en guitarrista de rock, la danza se cruzó en su camino cuando decidió, por curiosidad, hacer una audición para una compañía. A partir de ese momento, se convirtió en un viaje apasionante lleno de descubrimientos y aprendizaje continuo.

Los desafíos de un bailarín contemporáneo

Ser bailarín contemporáneo no está exento de desafíos, especialmente en una sociedad que aún mantiene estereotipos y prejuicios contra quienes eligen este camino artístico. Rafael admitió que en su momento enfrentó los juicios y tabúes de la sociedad, incluida su propia familia.

El hecho de que sea hombre y se dedique a la danza ha llevado a pensar erróneamente que quienes se dedican a este arte son homosexuales, vagos o que su futuro lo marcarán las drogas. Pese a esto, Rafael perseveró y encontró la manera de expresarse y mostrar su talento en la danza contemporánea.

El proceso creativo que inspira

Cuando se le preguntó sobre el proceso creativo de la danza contemporánea, Rafael compartió su enfoque sobre la última producción en la que está trabajando llamada “Torrentes”.

La inspiración de la obra proviene de la idea de un río que fluye constantemente, donde se mezclan diferentes corrientes y elementos. En él, fusiona géneros de danza aparentemente inconexos y crea un remolino de transiciones que cautiva al espectador.

El objetivo es que el público experimente una transición fluida de una expresión a otra, sin apenas darse cuenta.

Las habilidades técnicas fundamentales

Rafael enfatizó que las habilidades técnicas requeridas para un bailarín contemporáneo no se pueden estandarizar fácilmente.

En su caso personal, inició su carrera a los 19 años, sin saber que contaba con las condiciones físicas necesarias.

Según él, la disposición y disposición para aprender es fundamental para quien quiere adentrarse en la danza contemporánea. La fuerza física, la flexibilidad y otras habilidades se adquieren con el tiempo y el trabajo constante.

La música como elemento clave

La elección de la música es un aspecto fundamental en la danza contemporánea. Rafael tiene una amplia variedad de preferencias musicales, desde clásica hasta metal. Sin embargo, confesó que excluye al reguetón por las letras misóginas y el contenido inapropiado que suelen promover.

Él ve la música como el alma de la danza, proporcionando el ritmo y la emoción necesarios para transmitir un mensaje a través del movimiento.

El futuro de la danza contemporánea

Finalmente, Rafael compartió su visión sobre el futuro de la danza contemporánea. Él cree que este estilo continuará desarrollándose y rompiendo fronteras, incorporando más y más elementos y combinando diferentes formas de arte.

También ve a la sociedad dando mayor aprecio y reconocimiento a los bailarines contemporáneos, rompiendo estereotipos y valorando su aporte al mundo del arte.

Al final de nuestra conversación con Rafael Perdomo en la Compañía Municipal de Teatro, nos despedimos con una mejor comprensión de los desafíos y la pasión que mueve a los bailarines contemporáneos.

A través de su historia, nos invita a adentrarnos en el mundo de la danza, a desafiar nuestras propias limitaciones y apreciar la belleza y la expresión inherentes a cada movimiento.

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por Yonny Rodríguez

Máster en Comunicación Corporativa, periodista e investigador cultural. Cuenta con más de 14 años de experiencia en temas relacionados con la difusión cultural e histórica en Honduras. Interesado en la lectura, la escritura, la tecnología, el arte, la cultura pop y las redes sociales. En 2018, el Estado de Honduras le otorgó el Premio al Periodismo Cultural.