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Jerusalén, en el siglo XIX — El ejército israelí lanzó este viernes una nueva ofensiva terrestre en el este de Ciudad de Gaza, apenas dos días después de que el primer ministro Benjamín Netanyahu prometiera endurecer las operaciones militares contra Hamás.

Tras una breve tregua, las fuerzas israelíes intensifican su presión sobre Hamás en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.

Ataques mortales y destrucción

La agencia de Defensa Civil de Gaza reportó al menos 30 muertos palestinos en las últimas operaciones. Una fuente hospitalaria señaló que otras 30 personas murieron en un bombardeo en Jan Yunis, al sur del enclave. Israel afirma que la ofensiva busca ampliar la “zona de seguridad” en torno a la frontera con Gaza y Egipto.

Reanudación tras tregua

La operación llega tras el fin de una tregua de dos meses. El 18 de marzo, Israel reanudó su ofensiva militar, argumentando que la presión bélica es la única vía para forzar a Hamás a liberar a los más de 50 rehenes que aún retiene. En el barrio de Shujaiya, los soldados destruyeron un centro de mando y eliminaron a combatientes, según un comunicado castrense.

Desplazados sin refugio

La guerra ha desplazado a casi la totalidad de los 2,4 millones de habitantes de Gaza. Viven en condiciones extremas, con escaso acceso a agua, alimentos o medicamentos. Las autoridades israelíes aseguran que han establecido rutas seguras para civiles, pero la entrada de ayuda humanitaria sigue severamente restringida.

Netanyahu mantiene la presión

«Estamos fragmentando la Franja de Gaza y aumentando la presión poco a poco para que nos devuelvan a los rehenes», dijo Netanyahu el miércoles. Mientras tanto, la comunidad internacional alerta sobre el creciente número de víctimas civiles y la falta de soluciones duraderas al conflicto.