Encontramos a la emprendedora Dulce Alemán, que lleva el sabor y la pasión italiana a otro nivel en la ciudad de Tocoa.
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En el corazón de Tocoa, Colón, se encuentra una pequeña joya de emprendimiento que ha conquistado el paladar y el espíritu de la comunidad: «Dolce Gelatto», una creación única de la joven emprendedora hondureña Dulce Alemán, de tan solo 28 años de edad.
Con un toque italiano que destaca en el sector, «Dolce Gelatto» ha logrado avivar los sentidos y la economía local.
Su selecto menú que abarca desde helados artesanales hasta café y gastronomía gourmet, ha dado un nuevo brillo a una ciudad en constante crecimiento económico y turístico.
Alemán, además de sorprender con su belleza, irradia amabilidad y calidez a todos los que cruzan el umbral de su negocio. Su sonrisa contagiosa y sus ojos verdes resplandecen mientras atiende a sus comensales, creando un ambiente acogedor y único.
Inicios y sueño cumplido
Este proyecto nació hace dos años con la idea de ofrecer helados artesanales, elaborados con esmero y pasión.
Sin embargo, «Dolce Gelatto» es mucho más que una heladería; “es una fusión entre heladería y cafetería, un concepto único que ha conquistado los corazones y paladares de la comunidad tocoeña”, le dice a ICN DIGITAL la emprendedora catracha.
Generando fuentes de empleo
Pero no solo se trata de deleitar los sentidos. Dulce Alemán también está comprometida con su comunidad.
«Dolce Gelatto» se ha convertido en una fuente de empleo para siete personas, contribuyendo al crecimiento económico local y brindando oportunidades laborales en tiempos desafiantes.
Las mesas de «Dolce Gelatto» siempre están llenas, y la clientela sigue aumentando. En las cálidas tardes y noches, un helado de calidad se convierte en una elección irresistible para refrescarse y disfrutar de momentos especiales.
Turistas nacionales y extranjeros visitan a diario este lugar único, atraídos por la propuesta excepcional que ofrece. Como lo expresa Dulce Alemán, «Tenemos una propuesta diferente a la del mercado».
La pandemia no fue un obstáculo para esta emprendedora. Al contrario, la impulsó a reinventarse, siguiendo el ejemplo de sus padres, personas luchadoras que le transmitieron el espíritu emprendedor.
«Tomé la decisión de emprender. Me gusta el helado y el café y quería crear un concepto familiar. Los precios son accesibles, y mis productos son únicos. Aquí hay calidad y buen servicio,» enfatiza Alemán.
En un mundo lleno de desafíos, el éxito de Dulce Alemán y «Dolce Gelatto» es un recordatorio inspirador de que la pasión, la innovación y el compromiso pueden convertir los sueños en realidades vibrantes.
Pavel Aguirre 
Fernando