La imagen de Martínez había quedado muy debilitada luego de caer en casa ante River, que se sumó a la derrota en la cancha de Racing, con groseros errores individuales, y la eliminación de la CONMEBOL Sudamericana, pero el 0-2 frente al Pirata, la tercera caída consecutiva del equipo, fue un golpe de nocaut.

Su continuidad se había puesto en duda durante la última semana, pero la dirigencia decidió, reunión mediante, darle una oportunidad más, sumado al costo que habría implicado despedir al entrenador luego de un resultado adverso contra el rival de toda la vida. La cosa no cambió en el Gigante de Alberdi y, ahora sí, finalizó la era Martínez.

El DT de 45 años, que pasó por todas las divisiones del fútbol argentino y llegó a su élite con el buzo de Tigre, primero, y Huracán, luego, dirigió a Boca en 45 partidos, con un saldo de 20 triunfos, 15 empates y 10 derrotas (55.55% de efectividad).

Más allá de los irregulares resultados, algo que marcó a Martínez fue no conseguir ningún título en el año: Estudiantes lo eliminó de la Copa de la Liga, Cruzeiro lo bajó de la Sudamericana y, lejos en el Torneo de Liga y en la Tabla Anual, solo le queda la Copa Argentina, que lo tiene en cuartos de final (vs. Gimnasia y Esgrima La Plata).

La daga fue Belgrano, que lo superó actitudinal y futbolísticamente en Córdoba, donde Boca llegó a los nueve partidos consecutivos sin triunfos como visitante. Apenas Franco Lara anotó, Juan Román Riquelme bajó al vestuario, donde finalizado el partido charló con el plantel, y el propio entrenador anunció la decisión en conferencia de prensa.